Las doctoras de la OMS, Katherine O’Brien y Soumiya Suaminathan, informaron que la aplicación de la vacuna de COVID-19 no exime a las personas de su responsabilidad de respetar las medidas de distanciamiento físico, uso de cubrebocas y lavado y desinfección constante de manos.
Aunque las vacunas contribuyen a reforzar el sistema inmunológico para reconocer y combatir los virus y bacterias que lo atacan, aún se desconoce cuál será la duración a largo plazo de las vacunas anticoronavirus.
Por ello, la doctora Katherine O’Brien, experta en vacunas de la OMS, señaló que se está dando seguimiento a quienes ya han recibido las vacunas para averiguar si su respuesta inmunitaria es duradera y saber cuánto tiempo estarán protegidas contra la enfermedad.
Mientras eso pasa, la recomendación de la experta y del organismo es mantener las medidas de prevención y continuar usando cubrebocas.
Además, las vacunas disponibles actualmente son de doble dosis y, aunque hay una buena respuesta inmune al recibir la primera, esta se activa hasta dos semanas después de recibirla y realmente es hasta la aplicación de la segunda dosis que hay una mayor protección del organismo.
No obstante estos buenos resultados, todavía se desconoce si las vacunas solamente protegen a las personas de infectarse con el virus o si también detienen la transmisión a otras personas.
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De acuerdo con información de la ONU el número actual de personas vacunadas es ya mayor al número de casos nuevos; sin embargo, sigue siendo un porcentaje muy pequeño de la población. Por ejemplo en Europa al momento se han inmunizado solo el 1.5% de las personas.
Mientras avanzan las campañas de vacunación para los trabajadores de salud y los grupos de alto riesgo alrededor del mundo, las medidas de salud como utilizar mascarilla, mantener el distanciamiento físico, evitar multitudes y lavarse las manos continúan siendo la herramienta más fuerte para disminuir los contagios y a la vez evitar que aparezcan nuevas mutaciones, posiblemente más peligrosas, del virus SARS-CoV-2.
La comprensión científica del efecto de las vacunas va evolucionando a medida que surgen más estudios.
“Estamos aprendiendo sobre la protección de las vacunas y una cosa que está clara es que la mayoría de los ensayos clínicos han reportado una protección contra la enfermedad grave que significa hospitalización y muerte. Y en los ensayos clínicos que se han realizado hasta ahora con los siete u ocho candidatos que conocemos, no ha habido ningún caso de muerte o caso grave en el grupo de los vacunados, sin importar cuál recibieron”, asegura la científica jefa de la OMS, la doctora Soumiya Swaminathan.
La experta explica que recientes informes indican que aquellos que han sido vacunados y se infectan podrían tener una carga viral menor, y, por lo tanto, menos posibilidades de infectar a otros.
“Pero hasta que no sepamos completamente sobre esto, es importante que las personas, incluso después de la vacunación, tomen precauciones, usen una mascarilla, se laven las manos, y mantengan el distanciamiento físico, porque incluso si tienen una infección asintomática y puede que no se enfermen porque recibieron la vacuna, aún podrían portar el virus y contagiarlo a otras personas. Por tanto, debemos asegurarnos de controlar la propagación de la infección”, afirma Swaminathan.
La doctora O’Brien por su parte ha recordado que además tampoco ninguna vacuna es 100% eficaz.
Ahora mismo, el mundo se encuentra en una situación en la que todavía hay una transmisión muy amplia en muchos países, es decir, aún está fuera de control, explica la experta Katherine O’Brien.
“Por lo tanto, el tiempo que necesitemos para continuar con estas precauciones dependerá realmente de lo que las comunidades y los países puedan hacer para realmente aplastar este virus, para acabar con la transmisión. Y de esa manera, las vacunas pueden hacer un mejor trabajo para prevenir la enfermedad”, agrega.
O´Brien señala que tampoco existen pruebas todavía para usar la vacuna en algunos grupos de edad, como por ejemplo los niños.
“Así que, por el momento, esos grupos de edad seguirán estando en riesgo de contraer enfermedades e infecciones y podrán transmitirlo a otras personas”.
Otra razón para cuidarse es que las vacunas escasean, por lo que todavía no hay suficientes en la comunidad para proteger a todos.
“¿Por cuánto tiempo debemos continuar esas intervenciones? El tiempo lo dirá. Una vez que tengamos una amplia cobertura de vacunación en la comunidad, cuando sepamos más sobre lo que realmente puede hacer la vacuna para prevenir la infección, y podamos comenzar lentamente a quitar el pie del pedal de estas otras intervenciones y asegurarnos de que la transmisión, nuevamente, no ocurra”, concluye O’Brien.
Hasta la fecha, El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización de la Organización Mundial de la Salud (SAGE por sus siglas en inglés) ha emitido recomendaciones para tres vacunas específicas: Pfizer, Moderna, y Oxford/AstraZeneca.
Para los tres productos, la recomendación ha sido la misma: no existen datos sustantivos relacionados con el impacto en la transmisión o la diseminación viral. La inmunidad persiste durante varios meses, pero aún no se conoce la duración completa, por lo tanto, deben seguirse utilizando las medidas de salud.
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