Las perspectivas de crecimiento para México fueron ajustadas a la baja por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la última actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial.
El FMI pronosticó que la economía mexicana crecerá 1.6% durante este año: cifra inferior por medio punto porcentual a la que se había estimado en enero de 2.4 por ciento.
De igual forma, para 2020 el organismo internacional dio a conocer que espera un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano de 1.9%, un ajuste a la baja de 0.3 puntos porcentuales comparado con la proyección de enero de 2019.
Las perspectivas de crecimiento para este 2019, son inferiores por casi un punto porcentual si se comparan con las que el FMI presentó en octubre de 2018, cuando se proyectaba un avance de 2.5%.
De igual forma, el ajuste a la baja en la proyección de crecimiento para el próximo año, es inferior por 0.8 puntos porcentuales comparado con las cifras presentadas dos meses antes del inicio de labores de la administración actual.
Estas proyecciones se ajustan con las que estableció la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el los Pre-Criterios Generales de Política Económica para 2020, los cuales también se fijaron a la baja y coinciden con las cifras del FMI para este y para el siguiente año.
Factores de riesgo
El FMI advierte que, el optimismo de los mercados financieros se deterioró, las pérdidas esperadas en caso de incumplimiento y la prima de riesgo incrementaron con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y con la cancelación de las reformas educativa y energética.
La incertidumbre que se generó derivado de ello, justifican los recortes en las perspectivas de crecimiento para México.
De esta manera, el FMI calificó como esencial evitar demoras en las reformas estructurales necesarias, ya que se podrían generar un mayor ambiente de incertidumbre que afectaría la inversión privada y la generación de empleos.
En las “Perspectivas de la Economía Mundial – -Abril de 2019”, factores como darle continuidad a la consolidación fiscal y procurar reducir aún más el déficit presupuestario, estabilizaría el nivel de deuda pública, mejoraría la confianza y daría un mayor margen de maniobra para responder a ”shocks y para atender las necesidades de gasto relacionadas con el envejecimiento de la población”.
Perspectivas de crecimiento mundial a la baja
Estos ajustes a la baja también se presentan en un entorno de desaceleración económica mundial. Se proyecta que el producto mundial tenga una expiación de 3.3% en 2019: 0.3 puntos porcentuales al crecimiento observado en 2018.
Son numerosos los factores que contribuyen a deprimir las proyecciones de crecimiento del PIB mundial, sin embargo, el FMI destacó los siguientes factores como los más significativos:
- Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China,
- Las tensiones macroeconómicas en Argentina y Turquía,
- Las perturbaciones en la industria automotriz en Alemania,
- El endurecimiento de las políticas de crédito en China, y
- La contracción de las condiciones financieras ocurrida en paralelo a la normalización de la política monetaria de las economías avanzadas más grandes.
Estos ajustes rompen una tendencia de crecimiento que alcanzó un 4% en 2017; en 2018 el crecimiento mundial se redujo a 3.6%, por lo que se prevé que esta tendencia continúe en 2019. Para 2020 se espera una recuperación con un crecimiento de 3.6 por ciento. Mientras que para las economías avanzadas se espera un crecimiento que tiende a la baja durante 2019 y para 2020 (de 1.8 y 1.7% respectivamente), las economías emergentes y en desarrollo crecerán 4.4% en 2019 y 4.8% en 2020.