Escrito por 3:00 am Cultura, Desigualdades, En Portada, Igualdad de género, Ruth Zavaleta Salgado

Discriminación institucional contra la población afromexicana

En el año 2015, en el intercensal de población levantado por el INEGI, por primera vez se hizo visible a la población afromexicana. Parecía un hecho sin trascendencia, pero, visibilizar a estas personas como grupo poblacional esta profundamente relacionado con la lucha contra la discriminación racial que durante siglos ha enfrentado esta población en diferentes partes del mundo.

Escrito por:  Ruth Zavaleta Salgado

Después de conocerse los datos, el propio INEGI en conjunto con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) publicaron, en el 2017, un “Perfil sociodemográfico de la población afrodescendiente en México”. Aquí, en las páginas de México Social, se rescataron varios de esos datos por Mario Luis Fuentes en mayo de ese año.

En resumen, el comparativo de ese entonces, demostró que en los municipios donde había una alta concentración de población afromexicana, había mayor pobreza y desigualdad. Es decir, los pobres de los pobres. Hoy, en base al censo del 2020, se sabe que en México viven 2,576,213 personas que se reconocen como afromexicanas (2 % de la población total del país). Poco más del 50 % de esta población, se concentra en seis entidades: 303,923 en Guerrero, 296,264 en el estado de México, 215,435 en Veracruz de Ignacio de la Llave, 194,474 en Oaxaca, 186,914 en Ciudad de México y 139,676 en Jalisco.

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Pero, a diferencia de las poblaciones indígenas, que se concentran más en la sierra o en la montaña, la población afromexicana se concentra mayormente en las Costas. ¿Por qué sucede esto? La respuesta la podemos encontrar en la historia de los asentamientos de esta población, es simple, pero demoledora: por segregación y discriminación racial.  Y es que el origen de la presencia de la población afromexicana se deriva de la “Diáspora Africana” (éxodo forzado de las personas que nacieron en África hacia otros continentes para esclavizarlas en todo tipo de trabajos forzados entre los siglos XVI  y  XIX).

En México, poco se ha escrito sobre la esclavitud durante la Colonia, sin embargo, existen valiosas investigaciones realizadas por Gonzalo Aguirre Beltrán, que ilustran con plenitud sobre este tema. A partir de los datos difundidos en su libro “La población negra de México”, se sabe que algunos esclavos moros, bereberes y negros, ya acompañaban a los conquistadores en calidad de siervos cuando llegaron a lo que sería la Nueva España. Pero, durante la Colonia, el tráfico de esclavos sería un factor fundamental para el desarrollo económico.

A partir del seguimiento de datos de los censos de población que se realizaron desde 1553 y los registros de los permisos que otorgaba la Corona española a las empresas que los comerciaban, el autor calculo que, entre 1595 y 1640, habían ingresado a la Nueva España un total de 88, 383 personas esclavizadas provenientes de África. Sin embargo, el mismo autor reconoce que estos datos pudieron estar incompletos porque los censos solo se levantaban en algunos territorios y, los registros de las empresas excluían el tráfico ilegal que realizaban por encima de lo que la Corona les autorizaba.

La mezcla entre las poblaciones que conformaban la Nueva España derivó en cambiar el formato del censo y diferenciar entre la población española, criolla, mestiza, africana y  afromestiza. De esta forma, en 1742 había 20,131 africanos y 266, 196 afromestizos, pero, en 1810 sólo se contaron 10 000 de los primeros y 624 461 de los segundos.

Durante la Guerra de Independencia, fueron Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón, quienes encabezaron la causa contra la esclavitud, pero, fue Vicente Guerrero, hijo de un padre de origen afrodescendiente y una madre indígena, quien, en su corto periodo como presidente de la República mexicana, decretó la abolición de la esclavitud el 15 de septiembre de 1829. Con el nombre de Guerrero fue bautizado el Estado que se erigió  en 1849 y, se encuentra ubicado el municipio de Tixtla, en donde nació el Insurgente. 

Lamentablemente, a pesar del decreto de abolición de la esclavitud, en el México independiente los patrones de discriminación y racismo prevalecieron. De hecho, en la introducción del libro de “Cuijla, esbozo etnográfico de un pueblo negro” (1958), Aguirre Beltrán llama la atención de los estudiosos mexicanos para que no tengan en el olvido al negro. Cabe mencionar que “Cuijla” se refiere a Cuajinicuilapa, un municipio del Estado de Guerrero con mas del 58% de concentración de población afromexicana en la actualidad.

No obstante que ha pasado más de medio siglo, así como poco o nada se menciona el origen étnico de Vicente Guerrero, también se sigue invisibilizando institucionalmente a la población afromexicana, de otra forma no se puede explicar porque, si el Artículo 1° de la Constitución prohíbe la discriminación por origen étnico, fue  hasta el 2015 que se comenzaron a contar por el INEGI. Peor aún, no tiene ninguna explicación que, hasta el 2019, fueran reconocidos constitucionalmente sus derechos con un apartado C al artículo 2° de la Constitución. Por si fuera poco, esta reforma constitucional publicada el 9 de agosto del 2019, resulta poco viable e insuficiente para que, verdaderamente, se garanticen los derechos de esta población, toda vez que, solo remite a los apartados A y B del mismo Artículo que ya fue analizado en este espacio en  colaboraciones pasadas.

Cabe mencionar que, antes de la Reforma, en algunas entidades como Guerrero, Oaxaca ya se habían reconocido los derechos de la población afromexicana en las constituciones, pero, al igual que en el caso de la población indígena, no existen recursos presupuestados para impulsar acciones que verdaderamente garanticen una vida digna de las personas que conforman estas comunidades. Eso es la discriminación institucional, que los responsables de las instituciones públicas conozcan los datos y no hagan lo suficiente para generar cambios sustanciales para mejorar la vida de las personas de estas poblaciones.

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