El día de hoy, el Coneval dio a conocer los resultados de la Medición Multidimensional de la Pobreza para los municipios del país, con datos del 2015. Es la primera vez que México cuenta con información que permite comparar el comportamiento de la pobreza en los municipios
De acuerdo con el CONEVAL, la pobreza se redujo en más municipios que en aquellos en que se incrementó. El comunicado emitido dice al respecto: “Entre 2010 y 2015, hubo más municipios en los que disminuyó el porcentaje de población en situación de pobreza que en los que aumentó: en 699 municipios el porcentaje disminuyó 5 puntos porcentuales o más, mientras que en 422 municipios aumentó 5 puntos porcentuales o más. En 989 municipios el porcentaje de población en situación de pobreza extrema se redujo 5 puntos porcentuales o más, mientras que en 162 la proporción de población en situación de pobreza extrema aumentó 5 puntos porcentuales o más”.
Lo anterior puede tener dos lecturas: una, la optimista, bajo la cual se valorará y se subrayará el hecho de que, a lo largo de cinco años, en un mayor número de municipios hay menor proporción de pobres, mientras que, en menor medida, esta proporción creció en otras demarcaciones.
Sin embargo, esa visión no sólo es comodina, sino que no va al fondo del asunto. En primer término, porque en general, en el país, los datos globales permiten observar que entre 2012 y 2014 el número de pobres se incrementó; mientras que entre 2014 y 2016, con una nueva metodología de medición del ingreso, la proporción de personas en pobreza se redujo, pero no así, al menos no de forma significativa, el número absoluto de personas en esa condición.
Así visto, lo primero que debe analizarse es en cuáles municipios fue en los que se redujo el porcentaje de personas en pobreza, y determinar, en la medida en que sea posible, cuáles fueron los factores que llevaron a esa reducción; pues dado que no se dio una reducción generalizada, entonces no puede ser atribuido el efecto a las políticas que operan de manera generalizada en el país.
Por otro lado, la otra cuestión, aún más importante, es la segunda lectura que se debe llevar a cabo: las políticas sociales no están garantizando que se cumpla el principio de progresividad en el cumplimiento de los derechos humanos en todo el territorio nacional.
Es decir, que haya municipios en los que se incrementó la pobreza, implica un retroceso inadmisible, aún cuando haya más en los que se logró algún avance; y esto porque el principio de la no regresividad de los derechos humanos, implica que en ningún ámbito territorial debió haberse incrementado el número de pobres.
Por otro lado, la medición del CONEVAL revela al menos tres cuestiones que deberán ser abordadas en las campañas del 2018, más aún considerando que se renovarán más de mil alcaldías.
1. La desigualdad sigue siendo la característica principal de las condiciones económicas y sociales del país.
2. Luego de 20 años de una política social sustentada fundamentalmente en transferencias económicas condicionadas, tenemos magros resultados en el abatimiento de la pobreza, y también en la reducción de la vulnerabilidad por carencia de ingresos. Esto asociado a un acceso todavía lejos de la universalidad a servicios básicos; amén de servicios de muy baja calidad y un bajo nivel de cumplimiento de los derechos humanos en el país.
3. Puede seguirse hablando de un territorio fragmentado, en el cual hay enclaves de pobreza y segregación que no sólo no se han abatido, sino que en muchos de ellos se han profundizado, y además agravado por otros factores como la violencia, y las tendencias de morbilidad que reducen los años de vida saludable y provocan muertes prematuras.
Desde esta perspectiva, la primera reacción que generan estos resultados es que es urgente modificar todas las políticas públicas; que ya no alcanza sólo con modificar a la política económica para impulsar o potenciar los resultados de la política social; y que en el 2018, o debatimos y construimos un nuevo modelo de desarrollo, o condenaremos a la mitad de la población a seguir viviendo en medio de las carencias más inaceptables.