por Ramón Carlos Torres
Los cambios cuantitativos y cualitativos en el aprovisionamiento de energía han tenido efectos profundos en la organización social, la economía, la cultura y el medio ambiente. El bienestar y el progreso universal se asocian con el abundante acceso a los energéticos e incluso al derroche y su desperdicio. El suministro seguro y creciente de energía se tornó en reclamo ineludible para la modernidad, el crecimiento y el desarrollo