por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), las niñas y niños de 3 a 5 años y las y los adolescentes de 15 a 17 años de edad son los más abandonados del sistema educativo; para el primer grupo la cobertura es apenas cercana al 50%; y de sólo el 60% en el bachillerato. Las desigualdades son inmensas: sólo 5 de cada 100 adolescentes monolingües, tienen acceso al bachillerato; el 54% de las localidades del país no tienen preescolar; el 78% de las localidades no tienen escuelas secundarias; mientras que el 94% de las localidades en el territorio nacional no tienen oferta de nivel medio superior
México ha logrado avances importantes en la cobertura educativa en el nivel de educación primaria, en el cual se ha conseguido mantener, desde hace al menos seis años, un porcentaje cercano al 100%, y en secundaria, en el cual, a nivel nacional, la cobertura rebasa, como promedio, el 95%.
Pese a ello, la mayor desigualdad y fragilidad del sistema educativo nacional se encuentra en los niveles de Preescolar y en la Educación Media Superior –pensando en lo que se considera como educación básica-, en los cuales no sólo la cobertura, sino la calidad, se encuentran severamente cuestionadas.
La magnitud del sistema educativo
De acuerdo con el documento Panorama Educativo de México, 2012, elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación de la Política Social (INEE), la población infantil y adolescente en edad de asistir a la escuela en 2013 suma un aproximado de 33 millones de personas.
Destaca el mismo documento que, según las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), esta población entrará a una “etapa de estabilización” a partir precisamente de este año, y de continuar las tendencias, comenzaría a declinar significativamente a partir del año 2021; fecha en que sumarán aproximadamente 32.5 millones.
Debe destacarse que México es todavía un país en el que mayoritariamente su población es joven, y particularmente, tiene una de proporciones más elevadas de población infantil y adolescente, respecto del total. En efecto, según los datos del INEE, el 28.9% de la población se ubica entre los 3 y los 17 años de edad, mientras que en un país como Estados Unidos de América, este grupo representa al 20% de la población total.
El abandono del preescolar
Si hay un grupo de edad que enfrenta cotidianamente el incumplimiento de su derecho a recibir una educación de calidad este es el que se ubica entre los 3 y los 5 años de edad; los datos oficiales indican que a pesar de que es considerado como parte de la educación obligatoria, la oferta que existe en el país es sumamente reducida e impide el cumplimiento universal del derecho a la educación en el grupo de edad señalado.
En efecto, el Informe sobre el Derecho a una Educación de Calidad, 2014, presentado recientemente por el INEE, muestra que el 60% de las niñas y niños de 3 años de edad no se fueron matriculados en el nivel preescolar en el ciclo 2012-2013, este indicador implica 1.3 millones de niñas y niños en el grupo de edad, que se encuentran fuera del sistema escolar.
El propio Informe destaca que el 12% de las niñas y niños que en el ciclo escolar 2012-2013 tenían cuatro años de edad, tampoco fueron matriculados en el preescolar, dato que significa alrededor de 250 mil niñas y niños en ese segmento etario que no tienen acceso al cumplimiento de su derecho a recibir educación inicial.
De acuerdo con el INEE, las desigualdades y la pobreza juegan un papel fundamental en la determinación de la asistencia o no de las niñas y los niños a la educación preescolar; por ejemplo, entre los hogares clasificados como “no pobres” la tasa de asistencia de las niñas y niños de 3 años es de 79.6%.
Lo anterior está igualmente correlacionado con el nivel educativo de las madres y los padres, pues según el propio Instituto, las niñas y niños de 3 años de edad cuyos padres cuentan con estudios de educación superior, presentan una tasa de matriculación de casi 83% a los 3 años de edad.
Otro factor limitante en el acceso a este nivel educativo se encuentra asociado a los niveles de marginación en que se vive. En términos generales, debe destacarse que, de acuerdo con los datos el INEE, en el 54% de las localidades del país se carece de oferta educativa en este nivel, sobresaliendo el hecho de que, a menor población y mayor marginación, la cobertura y la oferta son menores. En síntesis, 58,545 localidades del país no tienen oferta de preescolar, mientras que únicamente 49,012 sí cuentan con esta oferta.
En el otro extremo, el bachillerato
Los datos del INEE no dejan lugar a dudas, mientras más se avanza en la edad escolar relativa a la educación básica obligatoria, mayor riesgo se corre de tener que abandonar los estudios por diferentes causas; mayoritariamente, otra vez, debido a la falta de oferta de servicios públicos de calidad y accesibles; y a la pobreza y carencias que se viven en las familias.
Si en el nivel preescolar la oferta es raquítica, en el nivel de la educación media superior lo es mucho más, pues según los datos del Informe sobre el Derecho a una Educación de Calidad, el 94.5% de las localidades del país carecen de escuelas que ofrezcan este nivel educativo.
Es cierto que las localidades más pobladas, y en donde vive el mayor número de adolescentes en edad de asistir sí tienen acceso, pero aún en ellas las carencias son significativas, pues en una de cada tres localidades con más de 2,499 habitantes, pero menos de 15 mil, no se cuenta con este servicio; mientras que en una de cada 10 localidades de más de 15 mil habitantes tampoco hay escuelas de nivel bachillerato.
En primer lugar, debe destacarse que entre quienes en el año 2010 tenían 15 años, uno de cada cinco (20%), se encontraba en condiciones de inasistencia escolar; en segundo lugar, entre quienes en ese ciclo tenían 16 años, la inasistencia es de 33.2%, es decir, uno de cada tres estaba fuera del sistema escolar.
Finalmente, entre quienes en el ciclo señalado tenían 17 años de edad, la inasistencia se eleva a 41.4%, es decir, cuatro de cada 10 están privados de su derecho a recibir una educación de calidad.
Las poblaciones indígenas, siempre en el olvido
Cuando se observan los datos de inasistencia escolar, comparando a las poblaciones indígenas con las no indígenas, las desigualdades existentes en el país se hacen más que evidentes.
Al respecto debe destacarse la única excepción que existe para este tema, pues en la edad de los 3 años, los niveles de inasistencia, tanto entre poblaciones indígenas como no indígenas son similares; los datos del INEE indican que entre las niñas y niños de esa edad, que no son indígenas, la inasistencia es de 80.5%; entres las niñas y niños indígenas hablantes de español la proporción es de 79.5%; mientras que entre las niñas y niños monolingües la inasistencia es de 83.6%.
Para el grupo de 4 años las cosas cambian; entre las niñas y niños no indígenas la no asistencia al preescolar es de 42.3%; entre las niñas y niños indígenas que hablan español es de 46.5%; mientras que entre quienes son monolingües la inasistencia asciende a 53.9%
Finalmente, para el grupo de 5 años la inasistencia para las niñas y niños no indígenas es de 10.9%; para los indígenas hablantes de español asciende al 20%; y para las niñas y niños monolingües es de 31.6%.
En el nivel bachillerato las diferencias son aún más marcadas; para las y los adolescentes no indígenas de 15 años la inasistencia es de 20%; en el grupo de 16 años es de 33% y en el de 17 asciende a 41.4%. Entre las y los adolescentes indígenas, hablantes de español, en los 15 años la inasistencia es de 27.5; en el grupo de 16 años asciende a 43.3% y en el de 17 a 53.3%
Por último, para las y los adolescentes indígenas y monolingües, la no asistencia a los 15 años es de 74.3%; a los 16 crece a 88.1%; mientras que en los 17 años se ubica en 93.9%.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 03- Junio- 2014, p.22
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