Del 11 al 22 de abril transcurrirán las dos semanas de vacaciones que, por lo general, se otorgan en el sistema educativo nacional en educación básica y algunos sistemas de educación media superior, con motivo de la llamada Semana Mayor. Para millones es un periodo de reflexión, pero para otros tantos, también lo es de fiesta y celebración, y con ello, de descuido y en no pocas ocasiones, de irresponsabilidad por no prevenir los accidentes.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
La magnitud del problema
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre los años de 2011 y 2020 han fallecido en el país un total de 357,854 personas en eventos accidentales. Destaca que los años 2019 y 2020 son los años con las cifras más bajas.
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Para el 2020, se atribuye el descenso a los efectos de la pandemia, pues se redujeron considerablemente los flujos vehiculares, pero también se incrementó el trabajo en los hogares, lo cual facilitó en numerosas familias estar mayor tiempo al cuidado de las niñas y los niños.
Es pertinente subrayar que en el periodo mencionado el promedio anual de defunciones accidentales asciende a 35,784, ubicándose entre las 10 primeras causas de mortalidad en México.
Marzo y abril: de los más letales.
Aunque las defunciones accidentales se distribuyen de forma relativamente uniforme en el año, existen diferencias estadísticamente significativas entre los meses con mayor siniestralidad. Así, el mes que, de 2011 al 2020, concentra el mayor porcentaje de defunciones accidentales, es diciembre, con 9.4% del total.
Resulta interesante observar además que los meses de marzo y abril concentran, cada uno de ellos, el 8.6% de la totalidad de las muertes por accidentes; lo cual podría explicarse dado que hay años en los cuales la Semana Mayor se conmemora en marzo y en algunos otros años, como en este 2022, en el mes de abril. Parece entonces no ser coincidencia que registren el mismo nivel de letalidad.
En tercer sitio, con 8.5% cada uno de ellos, se ubican los meses de enero y de mayo en la década señalada, seguidos por los meses de julio, agosto y junio en cada uno de los años considerados.
La calle, el lugar más peligroso
De acuerdo con el INEGI, de los 32,364 fallecimientos por accidente registrados en el año 2020, un total de 15,466 ocurrieron en calles o carreteras; destaca además el elevado número de casos de víctimas fatales, en los cuales no se especifica, en los certificados de defunción, el lugar de ocurrencia del accidente, pues hay 10,713 casos que se ubican en la clasificación de “lugar no especificado”.
En segundo lugar, se ubican los accidentes en viviendas particulares, con 2,944 casos; en la categoría de “Otros sitios” se contabilizan 2,090 víctimas; 484 fallecieron en accidentes en granjas; 347 en áreas industriales; 198 en comercios; 57 en viviendas colectivas; 34 en escuelas u oficinas y 31 en áreas deportivas.
Los tipos más letales
Los datos del INEGI muestran que, de las 3,364 víctimas mortales de accidentes en el 2020, 2,642 fueron peatones lesionados; 1,986 fueron motociclistas; 1,507 ocupantes de automóvil; 7,172 fueron personas fallecidas en otros tipos de accidentes de transporte; 478 eran ocupantes de diversos tipos de transportes terrestres; mientras que 516 personas fallecieron por secuelas de accidentes, la mayoría de los relacionados con vehículos de motor.
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