De entrada, el Ejecutivo Federal tiene a la sociedad polarizada, situación que va en sentido contrario al espíritu de nuestra Constitución que dispone que el primer mandatario velará por la unidad y bienestar de TODOS las y los mexicanos, no solo de unos cuantos que son afines a su movimiento.
Escrito por: Fernando Díaz Naranjo
Habrá que señalar las intervenciones directas o indirectas del Ejecutivo Federal en el proceso electoral en marcha. El Presidente no puede intervenir en el desarrollo del proceso electoral, debe mantenerse neutro y que se la ciudadanía, a raíz de las campañas electorales, serán los únicos que definan la elección con su voto.
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Habrá que estar atento a las resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, pese a las críticas, a las presiones incluso en medios de comunicación y redes sociales está realizando su trabajo con lo que garantiza una elección apegada a las normas constitucionales y legales. Ante propios y extraño, sus determinaciones han sido equilibradas.
Hay que seguir de manera permanente los acuerdos del Instituto Nacional Electoral (INE) en el que, de entrada, podemos observar dos bloques, en uno de ellos se tiene una mayoría, a la cual no pertenece la Consejera Presidenta quien tiene la obligación de coordinar los esfuerzos de unión y conjunción del máximo órgano electoral administrativo del país. Esto genera un problema mayúsculo en la determinación de consensos respecto a los acuerdos que emite la autoridad electoral.
Ahora bien, un indicador del actuar de los actores políticos en la elección siempre nos revela la pulcritud con que se conducen, es decir, quienes tienen más sanciones por parte de la autoridad electoral y ratificadas por el Tribunal Electoral que por decir lo menos, son prácticas desleales a la normativa electoral. En este caso, lamento indicar que al partido político Morena no le va del todo bien.
Será interesante observar los alcances del principio constitucional de paridad de género para ver, si de los más de 20 mil cargos de elección popular en disputa al fin se logra un equilibrio entre hombres y mujeres y con ello, ir abonando los elementos necesarios para alcanzar una igualdad sustantiva.
De entrada, más de 10 mil cargos corresponde al género femenino y al respecto se han establecido diversas disposiciones para asegurar su participación.
La aplicación ya no de la #3De3ContraLaViolencia sino la #8De8ContraLaViolencia es, sin duda, una apuesta importante para que viloentadores de género no estén en la presente campaña electoral.
Resultará del mayor interés ver la participación ciudadana que se registra en esta elección y, sobre todo, en el segmento del electorado entre 19 y 29 años que, de acuerdo a estudios muestrales del INE de 2018 y 2021, han demostrado ser quienes menos participan.
Sobre la participación, deseamos que sea copiosa ya que, al menos en las elecciones presidenciales en donde se registra una mayor participación, el promedio de participación es alrededor del 63%, esto significa que un altísimo 37% de la población no participa. Imaginemos la participación en otros tipos de elecciones. ¡Algo hay que hacer! Debemos participar.
Habrá que observar el flujo de la participación el día de la elección y los intentos de boicoteo de algunas elecciones.
Habrá que revisarla prontitud de los resultados electorales para lo cual el INE ha dispuesto la realización de Conteos Rápidos para algunas elecciones. Al respecto, he sugerido que debe modificarse la legislación electoral para que los cómputos no se lleven a cabo el miércoles siguiente al día de la jornada electoral, sino al mismo día de la elección con la entrega del primer paquete electoral al Consejo Distrital respectivo, tal cual lo dispone la legislación electoral en la Ciudad de México.
Finalmente, habrá que observar la conducción de los actores políticos, de los medios de comunicación y de las instituciones del estado para que no intervengan en la elección más grande que haya registrado nuestra nación. Ahí está el monitoreo que lleva a cabo el INE a través de la Universidad Autónoma de nuevo León.
Finalmente, es imperante que nuestra participación sea libre, auténtica, y en secrecía para hacer prevalecer nuestra democracia que debe fundarse, siempre, en un Estado de Derecho.
Lo que detectemos como medios de comunicación en su oportunidad lo daremos a conocer en beneficio de nuestro derecho a la libertad de expresión.
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