Puebla es uno de los estados de la República en el que no se ha registrado prácticamente ningún avance importante en materia social En efecto, la revisión detallada de los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) muestran que, a pesar de una ligera reducción de la pobreza multidimensional, en realidad los indicadores muestran un severo estancamiento que, por lo que implica para la vida de las personas, significa graves retrocesos que ponen riesgo la salud, la vida y en general, las condiciones de bienestar de la población en general.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
La evolución de la pobreza
De acuerdo con los datos oficiales, el porcentaje de población en pobreza en Puebla no tuvo cambios entre 2016 y 2018, pues en esos años el registro fue de 58.1% y de 58%; creció a 62.4% en el 2020; y descendió a 54% en el 2022, siendo una de las reducciones más modestas respecto de lo que ocurrió en las otras entidades de la República. En número absolutos las cifras fueron de 3.67 millones de personas en pobreza multidimensional en 2016; de 3.75 millones en 2018; se llegó a una cifra récord en 2020 con 4.13 millones; y descendió nuevamente a 3.62 millones en 2022, una cifra prácticamente similar a la del 2016.
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En lo que respecta a la pobreza extrema ha habido una profundización de las precarias condiciones de las personas con peores condiciones sociales. En efecto, en el 2016 el porcentaje de quienes no tenían recursos suficientes para cubrir una canasta alimentaria fue de 8%; en 2018 fue de 8.1%; en el 2020 creció a 12.7% y en el 2022 tuvo un ligero descenso s 11.4%, es decir más de tres puntos porcentuales por arriba del indicador del 2016. En números absolutos las cifras son de 503 mil personas en pobreza extrema en 2016; de 524,900 en 2018; de 844,300 en 2020 y de 765,500 en el 2022.
Crecen carencias
Los datos del CONEVAL muestran que las carencias sociales se agravaron en el estado. En primer lugar, en lo que respecta al rezago educativo, la entidad no ha tenido un solo avance en los últimos seis años: en 2016 el porcentaje de personas en esa condición fue de 21.1%; en 2018, de 21.3%; en el 2020 creció a 23.2%; mientras que en el 2022 se ubicó nuevamente en 21.9%
En materia de salud, los datos son catastróficos: en 2016 había un 17.4% de la población sin acceso a la afiliación de ningún sistema de salud; en el 2018 el porcentaje creció a 20.8%; en el 2020 se incrementó a 32%; mientras que en el año 2022 se llegó al récord de 48.3%, casi el triple de lo registrado en 2016. En números absolutos, lo anterior significa que en 2016 había 1.1 millones de personas sin acceso a la salud; en el 2018 fue de 1.34 millones; en el 2020 la cifra se incrementó a 2.12 millones; mientras que en el 2022 se llegó a 3.24 millones de personas sin cobertura. Vinculado a ello está el indicador de no acceso a la seguridad social, pues no hay prácticamente ningún avance: en el 2016, el 69.4% no tenía afiliación a estos servicios; en 2018, el 70.6%; en 2020 fue de 68.9%, y en el 2022 de 67.3%.
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