por Mario Luis Fuentes
Ser una persona indígena en México es sinónimo de pobreza: siete de cada diez viven en esa condición. Ser una niña o niño de un grupo étnico implica tener tres veces más probabilidades de morir antes de los cinco años, que un menor que nace en una zona urbana. Formar parte de uno de estos pueblos implica vivir en ocho de cada diez casos, en localidades de alta o muy alta marginación. En síntesis, si se es indígena, sólo en 5 de cada 100 casos se tendrá la posibilidad de no ser pobre o vulnerable.
Durante décadas, el arte chino evocaba, en la imaginación occidental, paisajesbrumosos, caligrafía refinada y simbolismo…
La sociedad mexicana atraviesa una de las crisis de violencia más profundas y complejas de…
¿Y si un país entero pudiera pensarse como un laboratorio vivo para probar ideas, ajustar…
Lejos de ser una pregunta retórica, la cuestión de la igualdad debería estar al centro…
En la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada el…
El Programa Nacional de Vacunación funcionó, durante tres décadas, como una de las políticas auténticamente…
Esta web usa cookies.