Ahora resulta que ser diputado como Gabriel Quadri de representación proporcional del distrito 23 te hace una especie de Dios maligno que juzga quién está bien y quién está mal.
Gabriel Quadri, el ambientalista ecocida, se ha dado a ataques contra la comunidad trans como si él partiera el queso moral y todos nos tuviéramos que alinear con sus creencias añejas.
Escribe: Fernando Székely Aburto
“¡Fascistas!”
Quadri, diputado panista, lleva un rato haciendo campaña contra las mujeres trans, diciendo que esas personas son “hombres vestidos de mujer” y que van “en contra de la biología, en contra de la ciencia, en contra de la lógica y del sentido común”.
El otro día hasta lo expulsaron de CNN por decir esas salvajadas.
Salma Luévano y María Clemente, dos diputadas transexuales de Morena, han pedido su desafuero. Hace poco los tres se mentaron la madre en la cámara de diputados, acusándose los unos a los otros de fascistas.
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(Alguien de plano no fue a la clase de historia de secundaria en donde explicaron qué era el fascismo. Estos legisladores peleles no habrían aguantado un día en la Italia de Mussolini.)
¿Qué autoridad tiene Gabriel Quadri para decirle a la banda cómo relacionarse con su cuerpo y su sexualidad, o qué?
Este vato es diputado y su única chamba es representar los intereses de la gente del distrito que lo escogió.
Pero, como pasa muy seguido, los diputados primero se preocupan por sus propias necesidades (en este caso morales) y luego por las del partido que les deja perseguir el hueso. Nada más.
¿Y la ciudadanía?, se le pregunta a Gabriel Quadri. ¿La qué?, contesta confundido.
Deja tú que un legislador tiene que ver por el bien de la población: personajes como el Gabo usan tiempo y dinero del erario para hacer lo que se les antoja, que muy rara vez tiene que ver con las necesidades de la gente.
Mira, yo no te voy a decir qué pensar: si crees que ser transexual es un pecado, muy tu bronca.
Pero lo que sí es seguro es que un país que tiene 35 mil homicidios al año, en el que de 2008 a 2021 fueron asesinadas 593 personas trans (46 en 2021), lo último que necesitamos es que desde la esfera política se hable con odio y rencor y se activen los discursos que contribuyen a estos números lamentables.
Vivimos una crisis absurda de violencia, pobreza, desigualdad y corrupción.
Y los políticos gastan su energía en atacar poblaciones marginadas. En vez de pensar en soluciones a problemas que ya tenemos, se inventan problemas nuevos porque les aterra lo que no entienden.
Ahora sí me cae que hasta La Maestra le pondría un tachesote al niño Gabriel.
Todo lo que tienes que saber
Una persona transexual, en México, vive en promedio 35 años. Es el segundo país más inseguro para esta población en todo el continente (después de Brasil).
Quadri es un ambientalista medio respetado. Fue presidente del Instituto Nacional de Ecología de 1994 a 1997 y ha estado en otras organizaciones del tipo.
Pero dicen las malas lenguas que alguna vez permitió que una compañía comprara un ejido en Coahuila para usarlo como basurero de residuos tóxicos. El caso se habría repetido en Guadalcázar, San Luis Potosí.
Fue candidato presidencial en 2012 con Nueva Alianza (partido de Elba Esther Gordillo). A los que no les daba risa les daba vergüenza.
Es adicto a Twitter. Cada dos días puedes leer algún comentario suyo que resulta clasista y desagradable.
Salma Luévano y María Clemente son las dos primeras diputadas transexuales en la historia del país.
Un socio mío una vez entrevistó a Salma, y habiendo leído la transcripción me suena que es amable, luchona.
Solo hay dos cosas que me hacen dudar de sus intenciones: primero, que es diputada, y segundo, que está en Morena.
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