El pasado 27 de diciembre, el Presidente reiteró lo que ha repetido desde el inicio de su sexenio, pero ahora con nuevo plazo: a finales de 2023, México tendrá un sistema de salud similar al de Dinamarca. El objetivo del presente artículo es analizar algunos datos que nos permitirán saber si esta promesa es posible o no.
Escrito por: Blanca Elena Gómez García
Desde el 2015, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son promovidos desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Al revisar los 17 ODS, es fácil identificar cómo es que cada uno de ellos busca dirigir la acción política, social y económica en favor de la garantía y provisión de uno o varios derechos humanos, por ejemplo, particularmente, el ODS 3 “Salud y Bienestar” promueve la consecución del art. 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece que: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.
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Como puede observarse en el cuadro 1, particularmente la meta 3.8 se relaciona con el tema que hoy motiva estas líneas, ya que promueve “[l]ograr la cobertura sanitaria universal, incluida la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas inocuos, eficaces, asequibles y de calidad para todos”. Para reportar avances en la materia dos son los indicadores esenciales que los países deben reportar: Cobertura de los servicios de salud esenciales (definida como la cobertura media de los servicios esenciales entre la población general y los más desfavorecidos, calculada a partir de intervenciones trazadoras como las relacionadas con la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil, las enfermedades infecciosas, las enfermedades no transmisibles y la capacidad de los servicios y el acceso a ellos) y proporción de la población con grandes gastos sanitarios por hogar como porcentaje del total de gastos o ingresos de los hogares.
Cuadro 1
ODS 3 Salud y bienestar | |
Metas | Indicadores |
3.1 De aquí a 2030, reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos. | 3.1.1 Tasa de mortalidad materna. 3.1.2 Proporción de partos atendidos por personal sanitario especializado. |
3.2 De aquí a 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos a 12 por cada 1.000 nacidos vivos y la mortalidad de los niños menores de 5 años al menos a 25 por cada 1.000 nacidos vivos. | 3.2.1 Tasa de mortalidad de niños menores de 5 años. 3.2.2 Tasa de mortalidad neonatal. |
3.3 De aquí a 2030, poner fin a las epidemias del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles. | 3.3.1 Número de nuevas infecciones por el VIH por cada 1.000 habitantes no infectados, desglosado por sexo, edad y poblaciones clave. 3.3.2 Incidencia de la tuberculosis por cada 100.000. 3.3.3 Incidencia de la malaria por cada 1.000 habitantes. 3.3.4 Incidencia de la hepatitis B por cada 100.000 habitantes. 3.3.5 Número de personas que requieren intervenciones contra enfermedades tropicales desatendidas. |
3.4 De aquí a 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar. | 3.4.1 Tasa de mortalidad atribuida a las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o las enfermedades respiratorias crónicas. 3.4.2 Tasa de mortalidad por suicidio |
3.5 Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol. | 3.5.1 Cobertura de los tratamientos (farmacológicos y psicosociales y servicios de rehabilitación y postratamiento) de trastornos por abuso de sustancias adictivas. 3.5.2 Consumo nocivo de alcohol, definido según el contexto nacional como el consumo de alcohol per cápita (a partir de los 15 años de edad) durante un año civil en litros de alcohol puro. |
3.6 De aquí a 2020, reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo. | 3.6.1 Tasa de mortalidad por lesiones debidas a accidentes de tráfico. |
3.7 De aquí a 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales. | 3.7.1 Proporción de mujeres en edad de procrear (entre y 49 años) que cubren sus necesidades de planificación familiar con métodos modernos 15. 3.7.2 Tasa de fecundidad de las adolescentes (entre 10 y 14 años y entre 15 y 19 años) por cada 1.000 mujeres de ese grupo de edad. |
3.8 Lograr la cobertura sanitaria universal, incluida la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas inocuos, eficaces, asequibles y de calidad para todos. | 3.8.1 Cobertura de los servicios de salud esenciales (definida como la cobertura media de los servicios esenciales entre la población general y los más desfavorecidos, calculada a partir de intervenciones trazadoras como las relacionadas con la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil, las enfermedades infecciosas, las enfermedades no transmisibles y la capacidad de los servicios y el acceso a ellos) 3.8.2 Proporción de la población con grandes gastos sanitarios por hogar como porcentaje del total de gastos o ingresos de los hogares. |
3.9 De aquí a 2030, reducir considerablemente el número de muertes y enfermedades causadas por productos químicos peligrosos y por la polución y contaminación del aire, el agua y el suelo. | 3.9.1 Tasa de mortalidad atribuida a la contaminación de los hogares y del aire ambiente. 3.9.2 Tasa de mortalidad atribuida al agua insalubre, el saneamiento deficiente y la falta de higiene (exposición a servicios insalubres de agua, saneamiento e higiene para todos (WASH)) 3.9.3 Tasa de mortalidad atribuida a intoxicaciones involuntarias. |
3.a Fortalecer la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco en todos los países, según proceda | 3.a.1 Prevalencia del consumo actual de tabaco los 15 años de edad (edades ajustadas). |
3.b Apoyar las actividades de investigación y desarrollo de vacunas y medicamentos contra las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan primordialmente a los países en desarrollo y facilitar el acceso a medicamentos y vacunas esenciales asequibles de conformidad con la Declaración relativa al Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio y la Salud Pública, en la que se afirma el derecho de los países en desarrollo a utilizar al máximo las disposiciones del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio respecto a la flexibilidad para proteger la salud pública y, en particular, proporcionar acceso a los medicamentos para todos. | 3.b.1 A partir de Proporción de la población inmunizada con todas las vacunas incluidas en cada programa nacional. 3.b.2 Total neto de asistencia oficial para el desarrollo destinado a los sectores de la investigación médica y la atención sanitaria básica. 3.b.3 Proporción de centros de salud que disponen de un conjunto básico de medicamentos esenciales asequibles de manera sostenible. |
3.c Aumentar considerablemente la financiación de la salud y la contratación, el perfeccionamiento, la capacitación y la retención del personal sanitario en los países en desarrollo, especialmente en los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo. | 3.c.1 Densidad y distribución del personal sanitario. |
3.d Reforzar la capacidad de todos los países, en particular los países en desarrollo, en materia de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial | 3.d.1 Capacidad prevista en el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y preparación para emergencias de salud |
Desde el 2015, la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son promovidos desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Al revisar los 17 ODS, es fácil identificar cómo es que cada uno de ellos busca dirigir la acción política, social y económica en favor de la garantía y provisión de uno o varios derechos humanos, por ejemplo, particularmente, el ODS 3 “Salud y Bienestar” promueve la consecución del art. 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece que: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.
Como puede observarse en el cuadro 1, particularmente la meta 3.8 se relaciona con el tema que hoy motiva estas líneas, ya que promueve “[l]ograr la cobertura sanitaria universal, incluida la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas inocuos, eficaces, asequibles y de calidad para todos”. Para reportar avances en la materia dos son los indicadores esenciales que los países deben reportar: Cobertura de los servicios de salud esenciales (definida como la cobertura media de los servicios esenciales entre la población general y los más desfavorecidos, calculada a partir de intervenciones trazadoras como las relacionadas con la salud reproductiva, materna, neonatal e infantil, las enfermedades infecciosas, las enfermedades no transmisibles y la capacidad de los servicios y el acceso a ellos) y proporción de la población con grandes gastos sanitarios por hogar como porcentaje del total de gastos o ingresos de los hogares.
Todos los Estados comprometidos con Agenda 2030, deciden cuáles ODS reportarán, así como si lo harán con los indicadores internacionales o algunos nacionales o algunos ad hoc. Es interesante que, al revisar el Sistema de Información de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de nuestro país, podemos identificar que México no reporta avances con respecto a la meta 3.8 ni sobre sus respectivos indicadores. No es una situación nueva, esta decisión fue tomada desde administraciones pasadas. Veamos qué no se está reportando.
Los sistemas de salud de Dinamarca y México son muy diferentes. En primer lugar, se encuentra la estructura de administración, en Dinamarca, el gobierno centraliza la regulación y financiación de la atención médica, mientras que, en México, la estructura del sistema de salud se caracteriza por una combinación de agencias federales, estatales y locales responsables de la prestación de atención médica.
En segundo lugar, se encuentra el financiamiento, como puede observarse en la gráfica 1, mientras que países como Alemania y Dinamarca invirtieron en 2021 el 11% y el 9% de su PIB en salud, respectivamente, México tan solo invirtió el 3.3%, aun con la necesidad expedita de incrementar sustantivamente el presupuesto en la materia como consecuencia de los efectos del COVID-19. De hecho, según datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) uno de los principales efectos de la pandemia por Covid-19 en nuestro país fue la disminución en los servicios preexistentes de salud, durante 2020 las consultas para siete enfermedades cayeron en 48.6% (incluye las consultas de primera vez y subsecuentes para salud mental, planificación familiar, crónicas, salud bucal, transmisibles, sanos y otras enfermedades), lo que significó la provisión de 42.2 millones de consultas menos que en 2019. Además, el gasto de bolsillo de los hogares se incrementó en 40% de manera general y 68% en el concepto de pago por medicamentos, al pasar de $376 pesos en 2018 a $632 pesos en 2020, demostrando que tampoco se procuró la protección financiera de las personas.
Gráfica 1
En tercer lugar, se encuentra el tema de acceso y calidad de los servicios de salud, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Dinamarca todos los ciudadanos y residentes tienen derecho a los servicios de salud, independientemente de sus ingresos o situación laboral, en México, la cobertura del sistema de salud alcanza al 89% de la población, sin embargo, dicha pertenencia depende de, en mayor medida, la relación laboral que mantenga uno de los miembros de la familia, aunado a lo anterior, según datos del CIEP, la cobertura efectiva por tiempo de espera es de 17.3% y la percepción de calidad es de tan solo 18.9%. Así, finalmente, en ahondando en el tema de la calidad, Dinamarca ocupa un lugar destacado de desempeño de la atención médica, con una esperanza de vida de aproximadamente 80 años y bajas tasas de mortalidad infantil, mientras que México mantiene una esperanza de vida de aproximadamente 76 años y tasas de mortalidad infantil altas.
Además de todo lo expuesto anteriormente, en un análisis sobre la situación de la salud en nuestro país, no podemos olvidar las asimetrías existentes entre el acceso y la calidad del servicio de salud entre las zonas urbanas y las zonas rurales. Según datos de CONEVAL, de las personas con acceso a servicios de salud en zonas rurales, 8 de cada 10 personas contaban únicamente con Seguro Popular, mientras que en las zonas urbanas la relación era de 4 de 10, eso quiere decir, que la desaparición del Seguro Popular implicó un duro golpe al acceso al servicio de salud de las personas en zonas rurales, este punto merece un mayor análisis.
En conclusión, las disparidades entre ambos sistemas de salud son profundas, para lograr equiparar el sistema de salud de México al danés, se requiere una recomposición administrativa y presupuestaría radical, donde los concesos políticos sean privilegiados en favor de la garantía de un derecho humano como lo es la salud, cosa que se observa muy lejana, sobre todo cuando los vientos electorales comienzan a soplar cada vez más fuerte.
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