Una comisión de cuarenta expertos a nivel mundial en materia de salud de niños y adolescentes publicó recientemente el informe ¿Qué futuro le espera a los niños del mundo? En el documento se concluye que “el mundo no está ofreciendo a los niños una vida saludable ni un clima adecuado para su futuro”.
Dicha comisión fue convocada por Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la prestigiada revista británica The Lancet, mismos que dieron a conocer que la desprotección en que se encuentran los niños y adolescentes alrededor del mundo se debe, entre otros factores, a la intensificación de las amenazas climáticas y comerciales.
A continuación se reproduce el comunicado de prensa emitido por la OMS:
En el informe, A Future for the World’s Children? (¿Qué futuro les espera a los niños del mundo?), se revela que la salud y el futuro de todos los niños y los adolescentes del mundo se encuentran en peligro inmediato a causa de la degradación ecológica, el cambio climático y las prácticas de comercialización explotadoras que empujan a los niños a consumir comida rápida muy procesada, bebidas azucaradas, alcohol y tabaco.
“A pesar de que la salud de los niños y los adolescentes ha mejorado en los últimos 20 años, el progreso se ha estancado y está a punto de revertirse”, dijo la Primera Ministra de Nueva Zelandia y Copresidenta de la Comisión, Helen Clark. “Se calcula que alrededor de 250 millones de niños menores de cinco años de países de ingresos bajos y medios corren el riesgo de no alcanzar su potencial de desarrollo sobre la base de medidas indirectas del retraso del crecimiento y la pobreza. Sin embargo, lo que es aún más preocupante es que todos los niños del mundo se enfrentan ahora a las amenazas existenciales del cambio climático y las presiones comerciales”.
“Los países deben revisar sus enfoques de la salud de los niños y los adolescentes para garantizar que no solo cuidemos de nuestros niños hoy, sino que también protejamos el mundo que heredarán en el futuro”, agregó Clark.
La intensificación del cambio climático amenaza el futuro de todos los niños
El informe incluye un nuevo índice mundial de 180 países en el que se comparan sus resultados sobre supervivencia y bienestar infantil, que incluyen la salud, la educación y la nutrición; sobre sostenibilidad, con un indicador para las emisiones de gases de efecto invernadero; y sobre equidad o desigualdad de ingresos. [Los 10 países con los mejores y peores resultados; Índice Interactivo, Índice Mundial completo en las páginas 35-38][1]
Según el informe, aunque los países más pobres deben redoblar los esfuerzos para que sus niños tengan vidas saludables, las excesivas emisiones de carbono –desproporcionadas en el caso de los países más ricos– ponen en peligro el futuro de todos los niños. Si, con arreglo a las proyecciones actuales, el calentamiento global supera 4°C en el año 2100, las consecuencias para la salud de los niños serán devastadoras debido al aumento en el nivel de los océanos, las olas de calor, la proliferación de enfermedades como el paludismo y el dengue, y la malnutrición.
El Índice muestra que los niños de Noruega, la República de Corea y los Países Bajos tienen las mejores posibilidades de supervivencia y bienestar, mientras que los niños de la República Centroafricana, el Chad, Somalia, el Níger y Malí tienen las peores perspectivas. Sin embargo, al tomar en consideración las emisiones de CO2 por habitante, los autores encontraron que los países con las mejores posibilidades van rezagados: Noruega se clasificó en el puesto 156; la República de Corea, en el 166; y los Países Bajos, en el 160. Cada uno de estos países emite 210% más CO2 por habitante que su meta para 2030. Los Estados Unidos de América, Australia y Arabia Saudita figuran entre los 10 países que más emisiones generan.
“Más de 2.000 millones de personas viven en países donde el desarrollo se ve obstaculizado por las crisis humanitarias, los conflictos y los desastres naturales, que se relacionan cada vez más con el cambio climático”, dijo Awa Coll-Seck, Ministra de Senegal y Copresidenta de la Comisión. “A pesar de que algunos de los países más pobres generan las emisiones más bajas de CO2, muchos están expuestos a los peores efectos de un clima que cambia rápidamente. La promoción de mejores condiciones hoy en día para que los niños sobrevivan y prosperen a nivel nacional no tiene por qué ser a costa de erosionar el futuro de los niños a nivel mundial”.
Los únicos países en camino de superar los objetivos sobre emisiones de CO2 per cápita para 2030 y, al mismo tiempo, obtener buenos resultados (dentro de los primeros 70 puestos) en los indicadores de desarrollo y bienestar infantil son Albania, Armenia, Granada, Jordania, Moldova, Sri Lanka, Túnez, Uruguay y Viet Nam.
Las prácticas de comercialización nocivas se aprovechan de los niños: la obesidad infantil ha aumentado 11 veces
El informe también hace hincapié en el peligro que representan para los niños las prácticas de comercialización nocivas. Existen datos concluyentes de que, en algunos países, los niños ven hasta 30.000 anuncios de televisión en el curso de un año, y de que la exposición de los jóvenes a los anuncios de vapeo (cigarrillo electrónico) aumentó más del 250% en los Estados Unidos en dos años, llegando a más de 24 millones de jóvenes.
El profesor Anthony Costello, uno de los autores de la Comisión, dijo: “La autorregulación de la industria ha fracasado. Entre muchos otros estudios, los que se han realizado en Australia, Canadá, los Estados Unidos, México y Nueva Zelandia han mostrado que la autorregulación no ha impedido que se sigan presentando anuncios dirigidos a los niños. Por ejemplo, a pesar de que la industria se comprometió con la autorregulación en Australia, los niños y los adolescentes estuvieron expuestos a 51 millones de anuncios relacionados con el alcohol durante apenas un año durante la retrasmisión en televisión de partidos de fútbol, cricket y rugby. Y la realidad puede ser mucho peor: tenemos pocas cifras sobre la enorme expansión de la publicidad en las redes sociales y los algoritmos dirigidos a nuestros niños”.
La exposición de los niños a la comercialización de comida “chatarra” y bebidas azucaradas se asocia con la compra de alimentos no saludables, el sobrepeso y la obesidad, un ejemplo de cómo la comercialización abusiva está relacionada con el aumento alarmante de la obesidad infantil. El número de niños y adolescentes obesos pasó de 11 millones en 1975 a 124 millones en 2016; es decir, se incrementó 11 veces, con graves costos individuales y sociales.
Manifiesto para la adopción de medidas inmediatas con respecto a la salud de los niños y los adolescentes
A fin de proteger a los niños, los autores independientes de la Comisión abogan por la creación de un nuevo movimiento mundial impulsado por los niños y destinado a ellos. Algunas recomendaciones son las siguientes:
- Detener las emisiones de CO2 con la máxima urgencia, a fin de que los niños tengan un futuro en este planeta.
- Hacer que nuestros esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible giren alrededor de los niños y los adolescentes.
- Adoptar nuevas políticas y realizar nuevas inversiones en todos los sectores para favorecer la salud de los niños y hacer efectivos sus derechos.
- Incorporar las opiniones de los niños en las decisiones sobre políticas.
- Reforzar las normas nacionales sobre prácticas de comercialización nocivas, con el respaldo de un nuevo Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
El Dr. Richard Horton, Editor Jefe del grupo de publicaciones de The Lancet, dijo: “Tenemos una gran oportunidad. Disponemos de pruebas y tenemos las herramientas necesarias. Esta Comisión hace un llamamiento tanto a los jefes de Estado como a los gobiernos locales, y tanto a los líderes de las Naciones Unidas como hasta los propios niños, para que se inicie una nueva era a favor de la salud de los niños y los adolescentes. Se necesitará valor y compromiso para estar a la altura. Es la prueba suprema de nuestra generación”.
“Desde la crisis climática hasta la obesidad y las prácticas comerciales nocivas, los niños de todo el mundo tienen que enfrentarse a peligros que eran inimaginables hace pocas generaciones”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Es hora de replantear la salud infantil, de modo que se considere que los niños y su bienestar son una prioridad en los programas de desarrollo nacional de todos los gobiernos por encima de todas las demás consideraciones”.
“Este informe muestra que los encargados de tomar decisiones a nivel mundial también están fallando con demasiada frecuencia a los niños y a los jóvenes de hoy: no están protegiendo su salud, no están protegiendo sus derechos y no están protegiendo su planeta”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud. “Este informe debe servir como un llamado de atención para que los países inviertan en la salud y el desarrollo de los niños, tengan en cuenta sus opiniones, protejan sus derechos y construyan un futuro apropiado para ellos”.
Situación en la Región de las Américas
El cambio climático y el futuro de los niños
Los países de las Américas han sufrido consecuencias negativas debido a la experiencia reiterada de eventos climáticos extremos y los impactos relacionados con el clima en la seguridad alimentaria, hídrica y nutricional, así como un mayor número de casos de enfermedades transmitidas por vectores, alimentos y agua. Los niños y niñas se encuentran entre los más vulnerables a muchas de esas amenazas, y se deben tomar medidas específicas para proteger sus vidas, medios de vida, ecosistemas y sociedades para que no solo puedan sobrevivir sino prosperar.
Los Estados Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han estado trabajando para incluir indicadores climáticos en sus sistemas de vigilancia y alerta temprana de salud ambiental, para preparar instalaciones de salud y personal para eventos climáticos, y para promover la educación y una mayor conciencia sobre el cambio climático, entre otras acciones. Un hito importante fue el Plan de acción del Caribe sobre la salud y el cambio climático 2019-2023, que reconoce y aborda la vulnerabilidad de los pequeños estados insulares del Caribe. Además, los Estados Miembros de la OPS han adoptado el objetivo de eliminar los combustibles sólidos y el queroseno para cocinar, como parte de la Iniciativa de Eliminación de la OPS de 2019. Estas son medidas prácticas y efectivas para reducir las emisiones de CO2 y otros contaminantes del aire en beneficio de los niños y niñas, especialmente aquellos en áreas rurales, comunidades indígenas y áreas urbanas en situación de pobreza, donde se concentran estos riesgos ambientales.
Los efectos nocivos del marketing comercial
La influencia del marketing comercial en padres, niños y adolescentes es bien reconocida en la Región. La comercialización del alcohol contribuye a convertir el alcohol en el principal factor de riesgo subyacente asociado con las muertes en personas de 15 a 49 años. El progreso en la implementación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco continúa obstaculizado por la interferencia de la industria tabacalera. En 2016, solo 8 países informaron tener una legislación integral sobre el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna. La comercialización agresiva de sustitutos de la leche materna continúa socavando los esfuerzos para mejorar las tasas de lactancia materna. Los riesgos de la dieta asociados con el aumento de la urbanización y el aumento del consumo de alimentos fuera del hogar se han exacerbado por un aumento sustancial en la comercialización de alimentos ultraprocesados, procesados y bebidas azucaradas.
Con el objetivo de reducir estos factores de riesgo, la OPS lanzó la iniciativa REGULA en 2014 para fortalecer la capacidad reguladora de las autoridades de salud de la Región. La OPS también ha publicado informes sobre publicidad comercial y ventas de alimentos ultraprocesados.
Todavía se necesita más trabajo en la Región para comprender y abordar los efectos nocivos del marketing, los altos niveles de exposición de niños, niñas y adolescentes a la web y las redes sociales, y el uso comercial de los datos e imágenes de los niños.