por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con los datos oficiales, el número de muertes evitables ha crecido en los últimos 10 años. En el periodo que va del 2002 al 2011, los decesos de personas por enfermedades del aparato circulatorio crecieron de 104 mil, a 140 mil anuales; los fallecimientos por enfermedades endócrinas, metabólicas y nutricionales pasaron de 68 mil a casi 97 mil por año; mientras que las muertes por accidentes, homicidios y suicidios pasaron de 56 mil anuales en el 2002, a 75,300 en el 2011
México enfrenta todavía enormes retos en materia de garantía del derecho a la salud de toda la población. Para el nuevo Gobierno, se abre una ventana de oportunidad en el sentido de concretar las reformas sociales pendientes, y lograr un modelo de seguridad social universal, que sea concebido como uno de los principales pilares de un nuevo Estado de Bienestar.
Desde esta perspectiva es pertinente destacar que el pasado sábado se conmemoró el Día Mundial de la Salud; teniendo como tema central de este año el tema de la prevención de la mortalidad causada por la hipertensión arterial, padecimiento que es considerado como la principal causa de muerte a nivel planetario.
Dadas las características de este padecimiento, y otros asociados, lo que se nos revela es el conjunto de condiciones estructurales de rezago y carencias sociales, las cuales han dado pie a la construcción de hábitos de vida poco saludables, los cuales se concretan en una alimentación deficiente, hábitos de higiene precarios, y estilos de vida poco saludables.
Lo anterior significa que la mortalidad por hipertensión arterial, lo mismo que la causada por la diabetes, las enfermedades hepáticas (principalmente la enfermedad hepática alcohólica), y la mayoría de las enfermedades renales, tienen como origen un conjunto de determinantes sociales que condicionan el pleno ejercicio del derecho constitucional a la salud.
Un contexto de precariedad
Uno de los elementos que condicionan en mayor medida la buena salud es la carencia de alimentos de calidad, en cantidad suficiente y de manera oportuna. Desde esta lógica, el primer determinante social que debe destacarse es la pobreza extrema, situación en la que se encuentran al menos 13 millones de personas; quienes, en resumen, no tienen acceso a recursos para una canasta básica alimentaria al día.
A lo anterior debe agregarse la cifra de 28 millones de personas vulnerables por carencia de acceso a la alimentación, quienes a pesar de tener ingresos suficientes como para no ser considerados como pobres, son personas con alimentación deficiente.
En segundo término se encuentra la insuficiente cobertura de los servicios de salud. Según los datos del CONEVAL, en el 2010 en el 2010 había 35.8 millones de personas en vulnerabilidad por carencia de acceso a servicios de salud; así como 68.3 millones de personas sin acceso a la seguridad social.
En tercer lugar se encuentran 18.5 millones de personas que viven en vulnerabilidad por carencia de servicios y calidad de los materiales de su vivienda, es decir, no hay agua potable o servicios de saneamiento básico; asimismo, entre ellas se encuentran millones de personas que habitan en viviendas con piso de tierra, lo cual determina en buena medida la posibilidad de generar hábitos saludables, en particular para las niñas, niños y adolescentes.
¿Cuántos mueren cada año?
En nuestro país han fallecido en promedio, en los últimos diez años, es decir, entre el 2002 y el 2011, un total de 519 mil personas anualmente. En total, en ese periodo se han contabilizado 5 millones 196 mil 289 personas.
Destaca el hecho de que hay seis grupos de padecimientos que concentran el 82% del total de decesos que hay en cada año en el país. En efecto, del total de defunciones ocurridas en los últimos 10 años, 4,269,182 casos tuvieron como principal causa alguno de los padecimientos concentrados en los seis grupos señalados.
Los padecimientos del aparato circulatorio
De acuerdo con los datos del INEGI, entre los años 2002 y 2011 han ocurrido 1,203,870 decesos por enfermedades del aparato circulatorio. El promedio anual para este tipo de fallecimientos es de 120,387 casos; sin embargo, esta cifra se ha ido incrementando aceleradamente en el último lustro, pues si se considera sólo el periodo de 2007-2011, el promedio en esos años es de 132 mil casos.
Este cambio en las cifras implica un crecimiento de 74.2% entre los años 2002 y 2011, al haber pasado, en números absolutos, de 104,357 decesos a un total de 140,595 casos en el segundo año de referencia.
En lo relativo a la tasa de mortalidad por hipertensión arterial, que es el padecimiento en el que se centra el Día Mundial de la Salud, debe decirse que ha tenido un incremento significativo en los últimos 6 años, al hacer pasado de 12.4 decesos por cada 100 mil habitantes en el 2005; a 17.6 decesos por cada 100 mil personas, en el año 2011.
Adicionalmente debe decirse que el número de casos nuevos detectados de personas que padecen la hipertensión arterial rebasa el medio millón al año. En efecto, la cifra promedio anual de casos nuevos detectados de este padecimiento es de 535 mil personas anuales; con la salvedad de que por cada caso diagnosticado, se estima que habría al menos dos más que no se han detectado aún.
La diabetes y los padecimientos endócrinos
Otro grupo de enfermedades asociadas a la pobreza y las carencias sociales es el de los padecimientos endócrinos, nutricionales y metabólicos. En el periodo del 2002 al 2011, ha habido 846 mil casos de muertes provocadas por este tipo de enfermedades. Esta cifra implica un promedio anual de 84 mil casos, aunque con una tendencia aceleradamente creciente.
En efecto, si se consideran sólo los últimos cinco años, comprendidos en el periodo de 2007 al 2011, lo que se encuentra es que el promedio anual de fallecimientos es de 93 mil casos, o lo que es lo mismo, 254 casos diarios, o bien, más de 10 decesos por hora.
El año con mortalidad más acentuada ha sido el 2010, en el que se contabilizaron 99,380 decesos, mientras que en el 2010, la cifra descendió ligeramente a 96,700 muertes. Aún con ello, si se compara este dato, con el que había en el 2002, el crecimiento registrado es de 65.5% en sólo 10 años.
Las muertes por violencia
México vive una pandemia de violencia sin precedentes. Entre los años 2002 y 2011, han fallecido en el país, debido a los homicidios, los accidentes y los suicidios, un total de 593 mil 527 personas. Con esta cifra, el promedio anual se ubica en 59 mil decesos al año.
Sin embargo, si se toman nuevamente como referente, sólo los últimos cinco años, el promedio se dispara a 66 mil casos anuales; la mayor cifra se ha registrado, hasta ahora, en el 2011, en el que se llegó a un récord de 75,311 decesos por causas violentas o accidentales.
Tal cifra representa un crecimiento sumamente alto respecto de lo que se tenía registrado en el 2002, en el que el número de fallecimientos por las causas señaladas fue de 52,463 personas; es decir, un incremento de casi el 70% en 10 años.
*Columna publicado bajo el mismo nombre en el periódico Excélsior, 09- Abril- 2013, p.26
METODOLOGÍA |
La selección de los indicadores para elaborar esta investigación se apegó a los siguientes criterios: 1) provienen de fuentes oficiales o de organismos internacionales; 2) son datos con representatividad nacional; 3) son datos con rastreabilidad, con la misma metodología durante los últimos diez años.
(*) Este texto se elaboró con material del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social
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