por Mario Luis Fuentes
Aun cuando el 25% de la población nacional enfrentará en algún momento de su vida alguna enfermedad mental o episodio depresivo, la Salud Mental sigue siendo la “gran ausente” en el Sistema de Salud. Cada año mueren en promedio 4,370 personas por trastornos mentales y del comportamiento, 90% de los cuales tiene vínculos con el consumo de sustancias psicoactivas; al respecto debe señalarse que el número de pacientes atendidos por adicciones en centros no gubernamentales creció en 400% entre los años 2001 y 2010.
La atención de la salud mental es una de las agendas con mayor rezago en el Sector Salud de nuestro país. A pesar de que los datos muestran una creciente morbilidad y mortalidad por trastornos mentales y de la personalidad, carecemos aún de un amplio y comprensivo programa que permita dar atención y rehabilitación integral a las personas.
Tanto a nivel mundial como nacional, existe una muy alta prevalencia de padecimientos mentales; uno de los más relevantes es la depresión; en efecto, de acuerdo con el texto “Depresión: estado actual y la necesidad de políticas públicas en México”, editado por el Instituto Nacional de Salud Pública, hay alrededor de 350 millones de personas en todo el mundo que viven deprimidas.
La situación en México
Desde hace 10 años, los datos para el país son alarmantes; según los datos de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, coordinada por la Dra. María Elena Medina Mora en México, y levantada en 2003, los trastornos más frecuentes identificados en nuestro país fueron los de ansiedad (con una prevalencia de 14.3% alguna vez en la vida de las personas), seguidos por los trastornos de uso de sustancias (9.2%) y los trastornos afectivos (9.1%).
Los hombres presentan prevalencias más altas de cualquier trastorno en comparación con las mujeres (30.4% y 27.1%, alguna vez en la vida, respectivamente). Sin embargo, en el corto plazo, las mujeres presentan prevalencias globales más elevadas para cualquier trastorno, pues en los últimos 12 meses se registraron porcentajes de 14.8% de mujeres que han tenido algún trastorno en los últimos 12 meses previos a la encuesta; mientras que para los hombres el porcentaje fue de y 12.9%.
Por tipo de trastorno, en México los más comunes son: las fobias específicas pues el 7.1% de la población manifiesta haber presentado alguna a lo largo de su vida; le siguen los trastornos de la conducta con una prevalencia del 6.1%; la dependencia al alcohol con 5.9%; la fobia social con un 4.7%; así como el Episodio depresivo mayor con una presencia de 3.3% entre la población nacional.
Según estudios del Instituto Nacional de Psiquiatría, Juan Ramón de la Fuente, en México las personas que padecen enfermedades físicas crónicas están más expuestas a padecer trastornos mentales. Por ejemplo, aquellas personas que viven con diabetes, hoy la principal causa de muerte en el país, tienen hasta dos veces más probabilidades de vivir eventos depresivos que aquellas personas sanas.
Este tema es de la mayor relevancia para nuestro país, pues según las estadísticas de mortalidad del INEGI, en el 2010 fallecieron en el territorio nacional 82,694 personas por diabetes mellitus; mientras que en el 2011 la cifra fue de 80,788 defunciones por la enfermedad mencionada.
La insuficiencia de servicios, aunada a una falta de cultura de cuidado de la salud mental por parte de la población, nos ha llevado a ser uno de los países que presentan los niveles más bajos de “búsqueda de ayuda” por parte de quienes padecen algún trastorno mental o de la personalidad.
De acuerdo con María Elena Medina Mora, en México menos del 20% de quienes presentan algún trastorno afectivo acude a un médico para buscar tratamiento. Y quienes sí lo hacen, pueden tardar hasta 14 años antes de acudir en búsqueda de algún tratamiento.
Lo anterior se suma a la ausencia de una política efectiva de atención en todo el sector salud pues de aquellas personas que sí acuden a un médico para ser atendidos por trastornos mentales o afectivos, únicamente el 50% recibe un tratamiento médico mínimo adecuado, lo cual, de acuerdo con la experta, consiste en un mínimo de cuatro sesiones de psicoterapia, o al menos dos visitas con un psiquiatra, recibiendo tratamiento con fármacos durante algún periodo.
Una alta mortalidad
De acuerdo con las estadísticas de mortalidad del INEGI, entre los años 2002 y 2011, se han registrado en México 43,700 defunciones por trastornos mentales y del comportamiento; y a pesar de que hay una tendencia a la baja en la mortalidad por este tipo de padecimientos, entre los años 2007 y 2010 hubo repuntes importantes que muestran cómo aún hace falta mucho por construir en materia de políticas adecuadas de atención a la salud mental.
Por ejemplo, mientras que en el año 2007 el número de fallecimientos anuales fue de 4,056 y en 2008 de 4,034, para los años 2009 y 2010 hubo un repunte, situándose en 4,194 y 4,401 casos, respectivamente; mientras que en el año 2011 el dato se ubicó en 4,179 casos.
Según los datos del INEGI, las entidades con mayor número absoluto de defunciones por enfermedades mentales son, en primer lugar, Veracruz, con 4,450 casos en el periodo de 2002 al 2011; el estado de México, con 4,192, Puebla con 3,939, Oaxaca con 3007 casos; Jalisco con 3,007; el Distrito Federal con 2,882 defunciones, Michoacán con 2,320 casos y Guanajuato con 2,220.
El mapa de la mortalidad por trastornos mentales cambia si se considera la proporción de defunciones por la causa señalada, respecto del total de fallecimientos registrados en la entidad. Así, los estados con mayor porcentaje de muertes por trastornos mentales son: Oaxaca con 1.8% respecto del total de fallecimientos contabilizados en el periodo que va del 2002 al 2011; Puebla, con un 1.4%; Querétaro con 1.3%; Chiapas con 1.2%; y Veracruz, Michoacán, San Luis Potosí y Aguascalientes con 1.1% en cada uno de ellos.
Debe destacarse que dentro de los decesos por trastornos mentales, prácticamente el 70% de ellos se ubican en la categoría de decesos por consumo de sustancias psicoactivas, lo cual establece una muy alta asociación entre el consumo de drogas y la mortalidad asociada de manera directa a las alteraciones de la salud mental.
Las adicciones
Uno de los temas asociados a las enfermedades mentales y los trastornos de la personalidad es el consumo de sustancias adictivas; en México, de acuerdo con el Informe Mundial de adicciones, 2009, hay una prevalencia de entre el 4 y el 9% de jóvenes que han consumido Cannabis en algún momento de sus vidas.
Esto se refleja en las crecientes estadísticas relativas a las solicitudes de atención por adicciones a distintos tipos de drogas entre las y los jóvenes mexicanos. En efecto, según el documento Panorama epidemiológico de las adicciones en México, 2010, el número de casos atendidos en centros de rehabilitación no gubernamentales creció de 3,224 en el año de 1993 a 17,094 en el año 2000; y a la cifra de 70,465 en el año 2010.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 16- Julio- 2013, p.21
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