Escrito por 5:00 am Destacados, En Portada, Mario Luis Fuentes

Salud mental y marihuana

Uno de los dictámenes recientemente aprobados en el Congreso mexicano es el relativo a la despenalización del consumo y producción limitada doméstica del cannabis (marihuana). A decir de varias expertas y expertos, el dictamen aún tiene varios problemas, pues en algunos aspectos se mantienen criterios prohibicionistas que habría que poner a discusión.

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En la iniciativa aprobada por la Cámara de Senadores, que habrá de ser discutida en Cámara de Diputados, se establecen también prohibiciones respecto de la posibilidad de fumar en los espacios públicos, pero también en bares, restaurantes u otros espacios donde pueda haber niñas, niños y adolescentes.

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Desde esta perspectiva, es importante mantener la discusión sobre el diagnóstico que fundamenta a esta iniciativa, pues si bien se espera que tenga beneficios relevantes para liberar a personas que están en prisión por posesión de marihuana; y, sobre todo, que se elimina la penalización de su uso recreativo; hace falta aún ampliar la base del análisis respecto de las condiciones de salud mental.

Lo anterior tiene mayor sentido, si se piensa en el actual contexto que nos ha impuesto la pandemia: ¿cuál será el impacto probable del uso de la marihuana en un escenario de confinamiento social, de hacinamiento en los hogares, de una violencia intrafamiliar creciente, y de una expansiva pobreza en la que podría haber, desde ya, alrededor de 30 millones de personas adicionales a las estimadas en el año 2018?

No son asuntos triviales y es importante que en el Congreso se tenga en cuenta el hecho de que, en todos los indicadores disponibles, se observa una tendencia creciente en el número de personas con distintos tipos de adicciones, y que, en un país de una corrupción e incumplimiento generalizado de normas, el consumo de alcohol y tabaco entre menores de edad se ha incrementado.

Así, la Ley debe dotar de los recursos y las herramientas para que, aun cuando existe la prohibición, en la práctica no se tengan escenarios en los que una mayor disponibilidad de productos elaborados con cannabis, abra la puerta a una mayor cantidad de niñas y niños con acceso a su uso.

La eventual aprobación del dictamen que se discutirá en la Cámara de Diputados, debería incluir la construcción de un nuevo programa integral que opere en todo el país, para la atención de la salud mental; y en ese marco, el programa asociado de prevención de las adicciones, el cual deberá comenzar a operar a los seis meses de la publicación de la Ley en el Diario Oficial de la Federación.

Debe recordarse que hay leyes cuya vigencia y cumplimiento se encuentra comprometido, y en muchas ocasiones es prácticamente nulo, porque no se destinan los presupuestos necesarios para su operación; asunto de suma relevancia en el marco de un PEF sumamente restrictivo como el recientemente aprobado.

Uno de los argumentos en contra del prohibicionismo -perspectiva que ha demostrado su inutilidad- es la libertad de elección y decisión de las personas; sin embargo, no puede obviarse que el ejercicio de la libertad requiere de un conjunto de elementos materiales, pero también de información científica, oportuna, y de calidad, para garantizar que las personas efectivamente puedan tomar las decisiones que les parezcan más apropiadas.

Deberá tenerse también conciencia de que aún quedará abierto el problema asociado a otros tipos de drogas ilegales, como las sintéticas; y otras drogas legales, pero altamente mortíferas como el alcohol y el tabaco que, en conjunto, provocan más de 30 mil muertes directas cada año en nuestro país.

Frente a estos temas, la perspectiva de la salud mental es fundamental la depresión es considerada una de las primeras causas de incapacidad y ausentismo laboral en el mundo; así como la principal causa detonante de los suicidios y los intentos de suicidios.

Los datos compilados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, recopilados a través de la Encuesta Nacional de los Hogares, muestran que menos del 5% de quienes viven o enfrentan la depresión, tienen acceso a diagnóstico y tratamiento médico. Y es en medio de esta realidad, en la que se aprobará la despenalización de la portación y consumo de la marihuana.

Vicepresidente del Patronato UNAM

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