No han terminado de apagarse los rescoldos en el municipio de Texcaltitlán, donde fallecieron al menos 14 personas en un enfrentamiento entre población civil e integrantes del crimen organizado, cuando ya ocurrió la siguiente masacre, esta ocasión en el municipio de Salvatierra, Guanajuato, donde un grupo de delincuentes abrió fuego de manera indiscriminada en contra de un grupo de jóvenes que convivían en una posada.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
De acuerdo con la información oficial, hasta el momento de redactar este texto, la cifra de fallecidos se mantenía en 12, con un número indeterminado de heridos, y cuya vida se encuentra comprometida.
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No debe olvidarse que, en el año 2021, fue encontrada una mega fosa clandestina en ese mismo municipio, donde fueron encontrados 72 cadáveres; y que hace apenas unas semanas, fue asesinado uno de los regidores del Ayuntamiento de esa localidad.
El contexto social de Salvatierra
Lo primero que debe destacarse es que en Salvatierra se repite el escenario que se ha documentado por México Social respecto de municipios ultra violentos y donde se registran tasas de homicidio extremadamente elevadas, superando hasta por cinco veces la media nacional, la cual, hay que subrayarlo, es una de las más elevadas del mundo.
El escenario mencionado consiste en una muy importante reducción de población, a la par de una significativa reducción de los porcentajes de pobreza medidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
En efecto, según los datos de ese organismo, en el año 2010 había una población de 106,631 personas en el municipio. En contraste en el año 2015 se tiene un registro de 89,381 habitantes, mientras que, en el año 2020, la estimación para medir la pobreza fue de 84,444. Si bien esos datos están por debajo de la información del Censo de Población y Vivienda, 2020, la metodología del CONEVAL aclara que se trata de un efecto de medición que garantiza la comparación en el tiempo.
En lo relativo a los indicadores de pobreza, el CONEVAL registra que, en el 2010, un 64% de la población municipal se encontraba en situación de pobreza multidimensional; y de ese porcentaje, el 8.9% se encontraba en pobreza extrema, y el resto en pobreza moderada. Para el año 2015, el porcentaje de población en pobreza se ubicó en 60.1%, del cual, el 7.1% estaba en pobreza extrema, y el resto en pobreza moderada; mientras que, en el año 2020, el porcentaje total de habitantes en pobreza se ubicó en 51%, siendo el 5.1% pobres extremos, y el resto, pobres moderados.
En lo que respecta a la población en vulnerabilidad por carencias sociales, el porcentaje en 2010 fue de 26.4% descendiendo al 2015 a 23.1%; pero incrementándose nuevamente a 28.5% en el año 2020. De esta forma, el porcentaje de personas no pobres y no vulnerables creció de 5.4% en el 2010 a 13.6% en el 2020.
Uno de los indicadores con mayor avance en el municipio es la reducción del porcentaje de persona en rezago educativo, al pasar de 31,1% en el 2010 a 19.5% en el 2020. Por su parte, la carencia que muestra el más bajo avance entre 2010 y 2020, al haber pasado de 13.8% en el 2010 a 17.1% en 2020.
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