por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el INEGI, únicamente 36.9% de la población se declara a sí misma como “satisfecha” con la vida en general. Asimismo, ha descendido el índice de satisfacción respecto a las perspectivas de futuro, la ciudad en que se vive, la satisfacción con el país y la satisfacción con los niveles de inseguridad. Hay, pues, un malestar creciente.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cuenta con un conjunto de ejercicios analíticos a los que ha denominado “estadísticas experimentales”. Se trata de un conjunto de instrumentos de medición de distintos temas que no forman parte de las “estadísticas oficiales”, pero que ofrecen un panorama en torno a problemáticas y temas de interés social.
Uno de estos instrumentos es el “Módulo de Bienestar Autorreportado” (BIARE), el cual tiene como propósito llevar a cabo mediciones de “bienestar subjetivo”, es decir, de cómo se percibe la población a sí misma sobre los que podrían categorizarse como “estados de ánimo”.
El módulo desarrollado por el INEGI tiene como objetivo conocer tres dimensiones de la subjetividad; éstas son, a decir del Instituto: “1) Satisfacción con la vida en general y con aspectos específicos de la misma, denominados dominios de satisfacción; 2) Fortaleza anímica y sentido de vida, es decir, su grado de acuerdo con enunciados referidos al concepto de eudemonía; y 3) Balance afectivo, que explora la prevalencia de estados anímicos positivos o negativos en un momento de referencia”.
Los resultados
El último ejercicio de este tipo corresponde a la información captada en el mes de enero de 2017. Sus resultados son expresados en una escala de 0 a 10, en donde el 0 corresponde a un nulo nivel de satisfacción y el 10 al nivel máximo de satisfacción percibida, en los tres dominios mencionados.
Para el primero de ellos, “el nivel de satisfacción con la vida”, mostró en la medición del mes pasado, un ligero descenso respecto del mes de enero de 2016. Este año se ubicó en 7.9 puntos, frente a los 8 alcanzados en enero del año pasado. El retroceso es relevante porque se ubica por debajo de los niveles reportados a lo largo de 2015 y 2016, regresando a un valor similar al reportado a lo largo de todo 2014.
El INEGI destaca que los resultados más elevados de satisfacción con la vida se encuentran entre la población más joven, pues entre quienes tienen de 18 a 29 años el indicador se ubicó en 8.2 puntos, en la señalada escala de 0 a 10; sin embargo, conforme se avanza en la edad, el nivel de satisfacción disminuye: entre los 30 y los 44 años el promedio es de 8 puntos, entre los 45 y los 59 años el promedio es de 7.9 puntos y en el grupo de 60 y más años el indicador se ubica en 7.6 puntos.
Destaca, asimismo, que la mayor diferencia de satisfacción entre hombres y mujeres se encuentra entre la población de 45 a 59 años; en este segmento, el indicador se ubica en 8.1 para los hombres y en 7.7 puntos para las mujeres.
Perspectivas a la baja
Cada uno de los dominios generales señalados se desglosa en dominios específicos; así, de un total de 12 dominios particulares, el INEGI identificó cinco de ellos que no muestran variación respecto de lo reportado en 2016; éstos son, la satisfacción respecto de: 1) la vivienda, 2) el vecindario, 3) logros en la vida, 4) actividad u ocupación y 5) estado de salud.
Por su parte, hubo siete dominios que sí registran una disminución respecto de 2016, los cuales obtuvieron los siguientes puntajes: 1) calidad de las relaciones personales, pasando de 8.6 en enero de 2016 a 8.5 en enero de 2017; 2) perspectivas a futuro, disminuyendo de 8.2 a 8, en el mismo periodo; 3) nivel de vida, pasando de 8 a 7.9 en el lapso referido; 4) disponibilidad y calidad del tiempo libre, el cual bajó de 7.7 a 7.6 entre enero de 2016 y enero de 2017.
El quinto indicador con una disminución es el relativo a la satisfacción con la ciudad en que se vive, el cual bajó de 7.1 en enero de 2016 a 6.7 en enero de 2017; el sexto es la satisfacción con el país, el cual descendió de 6.6 a 5.5 puntos en el mismo periodo; mientras que el séptimo indicador, sobre la satisfacción con la seguridad ciudadana, se ubicó al fondo, al haber descendido de 5.4 puntos a 4.7 en el último año.
Otra perspectiva
De acuerdo con el propio INEGI, el Módulo BIARE permite agrupar el grado de satisfacción en cuatro rangos dependiendo de los puntos que asignan las personas a los diferentes dominios del bienestar. Así, del 0 al 4 se puede clasificar como “insatisfecha”; del 5 al 6 como “poco satisfecha”; del 7 al 8 como “moderadamente satisfecha” y del 9 al 10 como “satisfecha”.
Desde esta óptica, cabe destacar que 3.1% de la población urbana se ubicó en el rango de 0 a 4 respecto del “nivel de satisfacción con la vida en general”, esto es, como “insatisfecha”; 11.3% se ubicó en el rango de 5 a 6 puntos, es decir, “poco satisfecha”; 48.7% se ubica en el rango de “moderadamente satisfecha”; y únicamente 36.9% se ubicó en el rango de 9 a 10 puntos.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 28-febrero-2017, p.16.