Una vez trascurridas ocho de las trece semanas de campaña, se han detectado 420 encuestas nacionales sobre la elección por la Presidencia de la República del próximo 2 de junio de 2024, producto de ejercicios bajo la responsabilidad de un total de 41 distintas casas encuestadoras.
Escrito por: Ricardo de la Peña[1].
Gráfico 1. Encuestas nacionales para la Presidencia de la República detectadas luego de cuatro semanas de campaña según modo de aproximación
Más de dos tercios de estas encuestas corresponden a ejercicios mediante entrevistas automatizadas, la mitad del total en estudios realizados mediante entrevistas telefónicas con respuesta de voz interactiva y 21 por ciento de aproximaciones a través de la red mundial. El método más tradicional de encuestas, las entrevistas presenciales, representan ahora solamente 14 por ciento del total de mediciones difundidas, mientras que las encuestas telefónicas a través de operador representan 16 por ciento de casos del total de encuestas detectadas (Gráfico 1).
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El volumen de encuestas detectadas ha aumentado de manera significativa a partir del arranque formal de las campañas, pues si antes se tenían volúmenes próximos a una docena de encuestas por semana, esta cantidad se ha duplicado en las últimas cuatro semanas (Gráfico 2). Al aplicar un doble filtro para detectar lo que se considerarán como encuestas recientes, uno por corresponder al período inmediato posterior al primer debate y otro por ser la medición de fecha más próxima de una casa encuestadora dada, se tiene una selección de 17 encuestas más recientes realizadas después del primer debate y antes del segundo.
Gráfico 2. Encuestas nacionales para la Presidencia de la República detectadas luego de ocho semanas de campaña por semana de terminación
La distancia entre las dos principales candidaturas no ha variado de manera significativa para el conjunto de encuestas nacionales detectadas desde el arranque formal del proceso electoral 2023-2024: de una diferencia de treinta puntos detectada en el arranque se ha pasado a 27 puntos de distancia (Gráfico 3). Recientemente la distancia entre las dos principales candidaturas ha tendido a acortarse, pero a un ritmo relativamente lento.
Gráfico 3. Estimaciones de encuestas nacionales para la Presidencia de la República detectadas luego de ocho semanas de campaña por semana de terminación
Lo que sí ha cambiado significativamente es la distancia medida por las encuestas realizadas mediante los distintos modos de aproximación posibles. A lo largo de todo el presente año la distancia entre las dos principales contendientes medida por las encuestas presenciales ha tendido a estrecharse y aproximarse a la observada mediante procedimientos automatizados (Gráfico 4).
Gráfico 4. Margen de ventaja en las encuestas nacionales para la Presidencia de la República detectadas luego de ocho semanas de campaña por semana de terminación según modo de aproximación
Gráfico 5. Promedio de las intenciones definidas de voto por las encuestas nacionales recientes para la Presidencia de la República luego de ocho semanas de campaña según modo de aproximación
Es así como a la fecha de corte de los datos que se emplean para este análisis, el día 24 de abril de 2024, el margen de ventaja medio entre las dos principales candidaturas en las 17 estimaciones más recientes publicadas por diferentes encuestadoras luego del primer debate se ubicaba en 27 puntos, con una distancia menor a veinte puntos en el promedio de encuestas mediante respuesta de voz automatizada, ubicándose em 24 puntos, por debajo de la media global, las encuestas por entrevistas presenciales, mientras las telefónicas personales e incluso el promedio de digitalizadas encontraban una distancia mucho mayor (Gráfico 5).
Gráfico 6. Variación en las intenciones definidas de voto por las encuestas nacionales recientes para la Presidencia de la República luego de ocho semanas de campaña según modo de aproximación
Pero el problema de sesgo en las encuestas telefónicas por operador no se reducía a los promedios, pues como se ve en el Gráfico 6, además se registraba una elevada desviación entre las mediciones por este modo de aproximación, mientras que las realizadas a través de respuestas de voz interactiva y por medios digitales presentaban una menor desviación, que no llegaba a ser la elevada homogeneidad que se presenta en las encuestas mediante entrevistas presenciales.
Cuando se observan solamente las medias móviles en cada cuatro semanas de las estimaciones por encuestas nacionales presenciales sobre las preferencias para la elección por la Presidencia de la República del próximo 2 de junio se observa que se han presentado variaciones, por lo que en el presente año la brecha se ha cerrado de un extremo abierto de 39 puntos a la distancia actual de 24 puntos, incluso más estrecha que el promedio general (Gráfico 7).
Gráfico 7. Media móvil tetrasemanal por encuestadora de las estimaciones nacionales presenciales para la Presidencia de la República luego de ocho semanas de campaña
Si lo que ahora se observa, como se muestra en el Gráfico 8, es el mapa de las estimaciones de la intención definida de voto para las dos mayores candidaturas de las últimas mediciones de las distintas encuestas nacionales presenciales sobre la elección por la Presidencia de la República de este año, se puede observar que las once estimaciones se encuentran dentro del margen de dos desviaciones típicas respecto al propio conjunto de encuestas, existiendo solamente una encuesta —la más añeja por cierto— que puede considerarse como anómala o atípica.
Gráfico 8. Mapa de estimaciones de la intención definida de voto para las dos mayores candidaturas por las encuestas nacionales presenciales para la Presidencia de la República hasta antes del segundo debate entre contendientes
El aumento en la cantidad de encuestas detectadas durante la campaña es producto fundamentalmente de la disposición pública de dos series de encuestas nacionales de seguimiento diario de las preferencias por la Presidencia de la República, ambas realizadas mediante entrevistas con respuesta de voz interactiva, llamadas robotizadas (Gráfico 9).
Gráfico 9. Encuestas nacionales para la Presidencia de la República detectadas luego de ocho semanas de campaña por semana de terminación según modo de aproximación
Es interesante ver que durante la semana del primer debate y la inmediata posterior no se realizaron encuestas presenciales que hayan sido puestas a disposición del público y que todas las posteriores a aquel evento se concentran en la semana posterior a su realización, debido a los tiempos requeridos para la toma de información y su procesamiento.
La neutralización esperada de “efectos de casa” en las dos series de seguimientos diarios mediante entrevistas telefónicas automatizadas no se ha dado. De hecho, como se ve en el Gráfico 10, ambas series presentan una relativa estabilidad a su interior y mantienen divergencias entre ellas. Esto pudiera deberse a que cubren distintos universos, pues mientras la serie de Rubrum parte de un marco muestral que considera teléfonos fijos y móviles, es posible que la serie de Massive Caller solamente tome telefonía fija para realizar sus estudios[2].
Gráfico 10. Intenciones definidas de voto de las series de encuestas nacionales de seguimiento diario para la elección por la Presidencia de la República
Ambas series muestran una tendencia al cierre de la distancia entre las dos principales candidaturas, pero desde alturas muy distintas, lo que provoca que los panoramas reflejados por estas dos series sean claramente distintos.
Veremos ahora qué impacto tienen el segundo debate en las intenciones de voto de la ciudadanía. Ello, partiendo de la consideración de que el primer debate, realizado el día 7 de abril, no supuso un cambio mayor en las preferencias y que, de hecho, como se muestra en el Gráfico 11, las respuestas sobre quién gano el debate entre quienes se expusieron a él no variaron mayormente respecto a las intenciones de voto del conjunto de encuestas previas.
Gráfico 11. Intenciones definidas de voto de las encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República y ganador declarado en las encuestas posteriores al primer debate entre contendientes por la Presidencia de la República
Lo anterior se corrobora cuando se observa los datos de las encuestas previas al primer debate entre contendientes por la Presidencia de la República realizadas a partir del inicio de las campañas y las estimaciones mediante encuestas nacionales posteriores a este evento, que se presenta en el Gráfico 12. El giro que se presenta mostraría una reducción de dos puntos para quien ocupa el liderato, mismos que se incrementarían para la tercera candidatura, por lo que la brecha entre las dos principales contendientes se cerraría de 29 a 27 puntos.
Gráfico 12. Promedio de las intenciones definidas de voto por las encuestas nacionales para la elección por la Presidencia de la República previas al primer y al segundo debate entre contendientes
Estos datos apoyarían lo que se sabe en general del impacto real en las preferencias del electorado derivada de los debates entre contendientes. Como acertadamente apunta al respecto Francisco Abundis[3], los debates suelen estar sobrevalorados y no cumplir con las expectativas de propiciar un viraje súbito en las intenciones de voto de los ciudadanos.
uego, a pesar de la baja audiencia y atención que realmente se presentará para los dos futuros debates y la escasa capacidad de movimiento en las preferencias del electorado que estos eventos provocarán, es factible que estos encuentros, junto con los muy diversos acontecimientos que irán llenando la agenda de quienes contienden por la silla presidencial, podrán incidir en las intenciones de voto del electorado y mover los números que hasta ahora se han registrado. Poco habrán de vivir aquellos que no conozcan el desenlace de esta competencia.
Nosotros todavía presentaremos un nuevo análisis del estado de las preferencias previo al tercer debate y otro más al cierre de las campañas, que nos vaya mostrando cómo se comportarán las intenciones de voto de la ciudadanía. Y, desde luego, el balance de la exactitud que se haya logrado en las mediciones por encuesta una vez que se haya celebrado la elección presidencial por venir.
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[1] Presidente Ejecutivo de ISA Investigaciones Sociales Aplicadas.
[2] En sus reportes, Massive Caller indica que sus encuestas son levantadas mediante “grabaciones enviadas a los hogares que son contestadas por el propio entrevistado”, lo que haría suponer que solamente incluyen teléfonos en domicilios y no celulares.
[3] Abundis, Francisco (2024). “Algunos mitos y números del debate presidencial”, en: Milenio diario, 15 de abril. Disponible en: https://www.milenio.com/opinion/francisco-abundis/columna-francisco-abundis/algunos-mitos-y-numeros-del-debate-presidencial.
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