Escrito pormexico_social• 28 septiembre, 2024• 3:00 am• Agendas locales, Desigualdades, Destacados, En Portada, México Social / Redacción, Niñez, seguridad • 2 Comentarios

Recomendaciones basadas en las mejores prácticas a nivel mundial sobre seguridad vial para niñas y niños

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La seguridad vial es un tema prioritario en las políticas públicas internacionales, particularmente en lo que respecta a los usuarios más vulnerables: las niñas y los niños. Cada año, miles de menores pierden la vida o resultan gravemente heridos en accidentes de tráfico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte en niños y jóvenes entre 5 y 29 años (OMS, 2018). A continuación, se presentan las mejores prácticas a nivel mundial para mejorar la seguridad vial de niñas y niños, basadas en investigaciones y recomendaciones internacionales.

México social/ Redacción

1. Infraestructura vial segura

Una infraestructura adecuada es esencial para proteger a los niños en las carreteras. La OMS recomienda el desarrollo de espacios diseñados específicamente para el tránsito seguro de peatones y ciclistas, especialmente alrededor de escuelas y zonas residenciales (OMS, 2015). Esto incluye:

– Calles de tráfico calmado: La implementación de calles con velocidades reducidas, conocidas como “zonas 30”, ha demostrado ser eficaz para disminuir accidentes graves (OCDE, 2017).

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– Cruces peatonales bien señalizados y seguros: Se deben colocar pasos peatonales en ubicaciones estratégicas, como en las inmediaciones de escuelas y parques, y acompañarlos con semáforos o señales luminosas.

– Caminos y carriles exclusivos para bicicletas y peatones: Los carriles separados del tráfico vehicular ayudan a prevenir accidentes con niños que caminan o usan bicicleta (FIA Foundation, 2018).

2. Educación vial temprana

La educación vial desde una edad temprana es crucial para inculcar comportamientos seguros. En países como Suecia, las escuelas incluyen programas de educación vial desde los primeros años de escolarización, lo que ha resultado en una mayor concienciación y prácticas más seguras por parte de los jóvenes (TRAFIKVERKET, 2020).

– Programas de concienciación escolar: Incluir en los planes educativos lecciones sobre cómo cruzar la calle, cómo usar las bicicletas de manera segura y la importancia del uso del cinturón de seguridad.

– Participación de los padres: Los padres también deben ser educados en prácticas seguras y cómo transmitirlas a sus hijos. Se recomienda involucrar a los padres en las actividades de seguridad vial escolar para reforzar los aprendizajes.

3. Uso de sistemas de retención infantil

Los sistemas de retención infantil, como sillas de seguridad y cinturones adaptados, han demostrado reducir significativamente el riesgo de lesiones en caso de accidente. La OMS señala que los niños que usan sistemas de retención tienen un 60% menos de probabilidades de sufrir lesiones graves o mortales (OMS, 2015).

– Sillas infantiles adecuadas a la edad y peso: Los niños deben viajar en sillas de seguridad apropiadas para su edad y tamaño. Las normativas como la ECE R44/04 de Europa o la FMVSS 213 en Estados Unidos establecen los estándares sobre el uso de sistemas de retención infantil.

– Supervisión en su instalación: Es importante verificar que las sillas de seguridad estén correctamente instaladas. En muchos países, se llevan a cabo campañas de revisión gratuita de estos dispositivos, con el fin de asegurar que los padres los usen adecuadamente.

4. Reducción de la velocidad en áreas escolares y residenciales

Reducir la velocidad en áreas donde transitan niños es una de las medidas más eficaces para prevenir accidentes fatales. De acuerdo con la Fundación FIA, reducir la velocidad a 30 km/h en zonas escolares y residenciales disminuye la probabilidad de muerte en caso de accidente (FIA Foundation, 2018).

– Límites de velocidad estrictos y controlados: Las mejores prácticas recomiendan establecer límites de velocidad en las cercanías de escuelas y parques infantiles, con señales visibles y radares que aseguren el cumplimiento.

– Iniciativas comunitarias: En muchos países, se promueven campañas comunitarias para concienciar a los conductores sobre la importancia de reducir la velocidad en áreas escolares.

5. Políticas públicas y normativas

Las políticas públicas son fundamentales para garantizar un entorno seguro para los niños. Las mejores prácticas incluyen la implementación de normativas estrictas y programas que aborden la seguridad vial infantil.

– Planes de movilidad segura: Muchos países han desarrollado estrategias nacionales de seguridad vial que incluyen acciones específicas para proteger a los niños, como el Plan Mundial para la Década de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020 impulsado por la ONU, que promueve políticas para mejorar la seguridad de los menores en las vías (ONU, 2011).

– Monitoreo y evaluación de políticas: La evaluación continua de las políticas y su efectividad es clave para hacer ajustes y mejoras en las estrategias de seguridad.

Comentarios finales

La seguridad vial para niñas y niños es una responsabilidad compartida entre gobiernos, instituciones educativas, padres y conductores. Las mejores prácticas a nivel mundial, que incluyen una infraestructura adecuada, educación vial temprana, el uso correcto de sistemas de retención infantil, la reducción de la velocidad en áreas escolares y la implementación de políticas públicas estrictas, son clave para reducir los accidentes y garantizar la protección de los menores. La aplicación coherente de estas medidas, acompañada de una supervisión constante, puede hacer una diferencia significativa en la seguridad de los niños en las carreteras.

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