Al 6 de octubre de 2024, las principales presas y embalses de México registran niveles de almacenamiento notablemente bajos debido a la prolongada sequía y a una limitada recuperación en el flujo de lluvias. En promedio, el almacenamiento de las presas en el país se encuentra en torno al 40.6%, lo que refleja una disminución constante comparada con años anteriores, cuando el nivel promedio era superior al 50%. Varias presas en el norte y centro del país, como las ubicadas en Guanajuato, Querétaro y Sonora, están incluso en niveles críticos o completamente secas, lo que agrava la situación en zonas ya vulnerables a la escasez de agua.
México Social / Redacción
Esta baja capacidad de almacenamiento no solo afecta el suministro doméstico sino que también impacta en la agricultura y el riego en diversas regiones. Las predicciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Monitor de Sequía de México indican que la sequía podría intensificarse en 2025, especialmente en estados donde la totalidad de los municipios se encuentran en algún grado de sequía, como Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, y Sinaloa. El Sistema Cutzamala, que abastece a la Ciudad de México y al Estado de México, está operando solo al 38.7% de su capacidad, lo cual es alarmante dado su rol clave en el suministro para millones de habitantes.
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La tendencia apunta a que las condiciones de sequía persistirán y posiblemente se intensificarán si las lluvias siguen siendo escasas. Esta situación subraya la necesidad de implementar medidas urgentes para el uso responsable del agua y para desarrollar estrategias de almacenamiento y distribución que ayuden a mitigar el impacto esperado en 2025, cuando se anticipa que el cambio climático podría agravar la frecuencia y la intensidad de los periodos de sequía en México.
En promedio, las 210 presas más importantes están al 39% de su capacidad, una situación agravada por la falta de lluvias de 2023 y 2024, y con riesgos de escasez en el futuro cercano. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) estima que el Sistema Cutzamala, que abastece agua a la Ciudad de México y el Estado de México, actualmente está al 29.1%, poniendo en riesgo el suministro durante los meses venideros (ADNPolítico) (Imagen Agropecuaria).
Entre las presas con mayores afectaciones están las del noreste y centro del país, como las presas de Chihuahua, Sonora y Sinaloa, que han experimentado una reducción drástica en sus reservas de agua. Esta situación ha impactado la agricultura y la disponibilidad de agua potable en las zonas rurales, particularmente en estados como Nuevo León y Tamaulipas, donde la sequía extrema ya afecta la producción agropecuaria y el abastecimiento urbano.
Para el año 2025, las expectativas de recuperación son limitadas. La proyección de lluvias por parte del Servicio Meteorológico Nacional no muestra un repunte significativo para las zonas afectadas, y el aumento en la demanda hídrica complica aún más la situación. Conagua prevé que se podría intensificar la dependencia de soluciones de emergencia, como la reducción del caudal de ciertas fuentes y el establecimiento de medidas de ahorro y racionamiento de agua en las zonas metropolitanas y urbanas afectadas.
La sequía es un problema que podría intensificarse en México en 2025, y las autoridades están recomendando medidas de ahorro de agua para mitigar el impacto que esta crisis climática sigue generando en el país.
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