De acuerdo con la nota de Patricia Rodríguez Calva, publicada en el periódico Excélsior el día 03-07-2020, el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell afirmó en entrevista con el Whasington Post que el número de defunciones por COVID19 en México podría ser mucho más elevado. La nota dice: “Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, informó que el número de fallecimientos por covid-19, en nuestro país, podría ser mayor —incluso hasta tres veces— al que actualmente se reporta”. Lo que debe comprenderse es que si los datos de López-Gatell son ciertos, y el número de defunciones es del triple confirmado, estaos ante una auténtica tragedia nacional.
Además de lo anterior, es importante subrayar que el funcionario aclaró, además, que esa estimación se refiere sólo a las defunciones de la Ciudad de México; pero no hay nada, en términos de evidencia, que nos garantice que en el resto del país se están registrando mejor las defunciones por COVID19.
En esa tesitura, es importante poner los datos en perspectiva; pues en diversas ocasiones, el Subsecretario ha dicho que “es un error metodológico” comparar a nuestro país con las naciones con mayor número de defunciones; pues en términos de tasas, no nos veríamos tan mal en el escenario internacional. ¿Pero esto es efectivamente así?
Hasta el día 03 de julio del 2020, México tenía, con la hora de corte que usa el gobierno de la República, de las 14.30 horas, un total de 29,843 defunciones confirmadas por COVID19, además de 2,169 defunciones consideradas como sospechosas. Esto permite afirmar que México rebasó a Francia en el número de decesos por el COVID19, pues en la misma fecha, en ese país había 29,896 personas fallecidas.
De acuerdo con el sitio especial sobre COVID19 en el que la Universidad Johns Hopkins compila los datos disponibles a nivel mundial, con esos datos México sería en la fecha señalada el quinto país del mundo con mayor número de casos, posición que ya de suyo es grave, pero que no resuelve el tema de la comparación que exige el Dr. López-Gatell en términos de perspectiva de peso demográfico.
Es importante mostrar entonces que, con esas cifras, México ocuparía el lugar 17 en el mundo en lo relativo a la tasa de mortalidad por COVID19, con un indicador aproximado de 23.13 defunciones por cada 100 mil habitantes; cifra superior a la reportada por Suiza, donde para la misma fecha fue de 23.07, e inferior a la de Canadá, donde se reportó en 23.48 defunciones por cada 100 mil habitantes.
A partir de este momento se entra en el terreno de la especulación, pues las estimaciones del Dr. López-Gatell son sumamente imprecisas, pues se ubicarían entre el doble o hasta el triple de las actualmente reportadas como confirmadas. De esta forma, si el error de subregistro que se piensa existe en la Ciudad de México, es relativamente similar en todo el país, las cifra podrían ser de 59,686 defunciones -ya en este momento-, si fueren el doble; o de 89,529 si se tratase del triple.
De esta forma, si la cifra real de muertes por COVID19 al 03 de julio de 2020 fuese aproximadamente de las 59,686 mencionadas, entonces la tasa de mortalidad de nuestro país sería de aproximadamente 47.74 defunciones por cada 100 mil habitantes. Y como no se sabe de qué magnitud podría ser el subregistro de otros países, no hay de otra que asumir que sus tasas se mantendrían iguales en este momento de la epidemia. De este modo, como se ve en el gráfico, al iniciar julio México no estaría en el ugar 17o a nivel mundial en la tasa de mortalidad por COVID19, sino en el octavo en el mundo.
Como se observa, el asunto no es nada trivial, pues si se realiza el mismo ejercicio, considerando el triple de defunciones para México, entonces la tasa estimada para la fecha del 03 de julio del 2020 sería de aproximadamente 71.62 defunciones por cada 100 mil habitantes, es decir, México no sería octavo lugar, sino el tercer país del mundo con la tasa más alta de defunciones.
La magnitud e implicaciones que estos datos tendrían, de ser ciertos o aproximadamente ciertos, obligaría a un replanteamiento de la estrategia de comunicaicón del Gobierno Federal en lo relativo a la pandemia, a fin de facilitar que más personas podamos contribuir en la generación de propuestas y alternativas para responder a una cuestión que nos compete a todas y todos.
Obligaría a reconocer también que es importante escuchar a otras voces, igualmente provenientes del mundo de la ciencia, pero que responden a visiones distintas de la medicina y la salud pública; y a reconocer con humildad, que no todas las medidas que se han tomado han sido del todo efectivas; que no todo lo hecho ha salido bien, y que por el bien del país, sería necesario modificar para evitar todos los fallecimientos que sea posible. es un deber ético que es responsabilidad de toda la sociead asumir.
Con el paso de los días, el tiempo permitirá confirmar o rechazar, total o parcialmente, lo que aquí se ha planteado.
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Frase clave: Si los datos del Dr. López-Gatell son ciertos
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Me gustaría conocer el contexto en que el Subsecretario Hugo López-Gatell, hizo la declaración en comento, pero aun sin conocerlo quiero expresar lo siguiente: 1 Cada unidad de atención genera los certificados de defunción, 2 existe una normatividad para su llenado correcto, 3 depende del médico el llenado correcto, posteriormente 4 pasa al registro civil, donde se emite el acta de defunción, y se envía al INEGI para formar la mortalidad. Por otro lado una copia del certificado de defunción se anexa al estudio epidemiológico de caso, y se concentran en la direcciones estatales de salud y posteriormente en la dirección general de epidemiología nacional. Es decir a los gobiernos estatales y al nacional les corresponde recibir y procesar la información, ellos no la generan. Como se puede ver hay múltiples procesos donde se puede retrasar la información, ahora ya lo dijo el Dr. López Gatell si un paciente con COVID-19 llega al hospital y no se puede realizar la toma de muestra para comprobar el diagnóstico, se dictamina por un comité de expertos, si procede como defunción por COVID-19