La pandemia por COVID-19 y la guerra entre Ucrania y la Federación de Rusia ha aumentado la vulnerabilidad de las personas sin acceso a agua potable y electricidad en la región de América Latina y el Caribe. La desigualdad en el acceso a estos servicios básicos agravada por la pandemia y el conflicto en Ucrania; impacto física, social y económicamente a millones de personas.
Redacción México Social / Daniela Flores
En América Latina y el Caribe, actualmente 161 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 431 millones a saneamiento gestionado de manera segura. Para ambos casos, las carencias se asocian a la falta de infraestructura y a la falta de ingresos para adquirir los servicios. Las personas sin acceso a estos servicios básicos pertenecen al decil más bajo de la distribución del ingreso, lo que significa que las poblaciones más vulnerables, deben de hacer un esfuerzo mayor, hasta 2.5 más que personas con mayores ingresos para poder asumir el costo de los servicios básicos.
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La desigualdad económica se ve agravada por las desigualdades geográficas y sociales, siendo las poblaciones rurales, indígenas y afrodescendientes las que sufren más carencias. A todo esto, se suma la calidad y estructura de la vivienda que influye en el acceso a los servicios básicos. En la región, el 15% de la población que reside en viviendas precarias no tiene acceso a electricidad.
Las personas con un menor acceso a agua potable sufrieron mayor vulnerabilidad al inicio de la pandemia debido al poco acceso que tenían al saneamiento que los ponía en una situación de mayor riesgo a la hora de contraer el virus. Esto sumado, a la reducción de ingresos por la pérdida de empleo y el aumento de los precios de los combustibles fósiles en el contexto geopolítico actual, lo que vuelve más difícil el acceso a la electricidad y el agua potable.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) propone una política de inversión a 10 años para universalizar estos servicios básicos, lo que supone invertir el 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) regional, con los objetivos múltiples de:
- Reducción de contagios por COVID-19 y mejoras a la salud.
- Reactivación de la economía regional a través de la generación de empleo en el sector energético y el sector de agua potable y saneamiento.
- Reducción de la contaminación del aire y del agua, a través de una transición a energías más eficientes y limpias con enfoques circulares.
Para lograr la universalización del acceso al agua potable y la electricidad, es indispensable el fortalecimiento institucional, la cooperación de organismos internacionales y el financiamiento de la banca de desarrollo.
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Fuentes consultadas
[Comisión Económica para América Latina y el Caribe]. (CEPAL). (18 de diciembre de 2022). Una recuperación transformadora en América Latina y el Caribe con servicios básicos de agua potable y electricidad como sectores clave. Consultado en https://www.cepal.org/es/notas/recuperacion-transformadora-america-latina-caribe-servicios-basicos-agua-potable-electricidad.
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