Toda reflexión en medio de un proceso debe asumir momentos específicos de corte que siempre resultan ser un artificio cuya única finalidad es permitir el análisis en el camino. Es así como deben tomarse instantes definidos para realizar el recuento y evaluación de las encuestas nacionales vinculadas con la estimación de intenciones de voto para la elección por la Presidencia de la República de este año. En nuestro caso, más que el término formal de las precampañas, que ocurrirá diez días después —aunque las actividades proselitistas pueden cerrarse desde antes—, un punto idóneo de corte es el día 10 de enero de 2024, por ser esta fecha cuando se registró en su partido, Movimiento Ciudadano, la precandidatura de Jorge Álvarez Máynez como la tercer candidatura y contendiente por la Primera Magistratura para 2024-2030, con lo que se completa la lista de participantes a la elección cuya campaña arrancará el 1 de marzo.
Escrito por: Ricardo de la Peña [1].
A esta fecha son 144 las estimaciones detectadas hechas públicas por 36 distintas encuestadoras relativas a las preferencias por la Presidencia de la República para la elección del próximo 2 de junio[2]. De éstas, 34 correspondían a ejercicios mediante entrevistas en redes digitales (CAWI, por sus siglas en inglés), por lo que 76 por ciento del total de estudios detectados (Gráfico 1). De las 110 encuestas pretendidamente probabilísticas, 27 fueron realizadas mediante entrevistas presenciales en vivienda asistidas por computadora (CAPI), por lo que solamente 19 por ciento de estudios correspondieron al método tradicional de aproximación. Las 83 encuestas restantes, 57 por ciento del total de estudios, fueron hechas por vía telefónica, en 28 casos a través de entrevistas personales (CATI) y en 55 ocasiones mediante respuesta de voz interactiva (IVR) o como suele conocérseles, con entrevistas robotizadas[3].
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Gráfico 1. Estudios publicados sobre intención de voto por candidatura a la Presidencia de la República en 2024 según modo de aproximación
Cuando lo que se observa son las estimaciones para las dos principales candidaturas en las más recientes encuestas publicadas por cada casa encuestadora a la fecha de corte del 10 de enero de 2024, se encuentra que en 86 por ciento de los casos las mediciones se ubican dentro de los márgenes de dos desviaciones típicas por encima o por debajo de la media del conjunto (Gráfico 2).
Las estimaciones para Claudia Sheinbaum la media se ubica en 61 por ciento, con una desviación estándar de seis puntos y un rango que se sitúa entre 54 y 74 por ciento, una brecha de veinte puntos, pero que se acorta a quince puntos cuando se excluyen los casos atípicos (con más de dos desviaciones estándar) y se localiza la cota superior en 69 por ciento.
Gráfico 2. Mapa de las estimaciones por encuestas nacionales para las dos principales candidaturas al 10 de enero de 2024 según modo de aproximación
En el caso de Xóchitl Gálvez, la media la coloca en 31 puntos con una desviación estándar de seis puntos, una desventaja de treinta puntos, con un rango de variación entre 16 y 46 puntos, una brecha de treinta puntos, que se acorta a quince puntos cuando se excluyen los casos fueran del margen de dos desviaciones típicas, quedando entre 24 y 39 puntos la estimación.
Así, cuando no se consideran los casos extremos, ambas candidaturas se situarían en un rango de quince puntos y desviaciones estándar de seis puntos, por lo que pudiera decirse que existe una relativa homogeneidad en las mediciones, quitando algunos casos extremos que, como siempre ocurre, están presentes.
Gráfico 3. Intención definida de voto para la Presidencia de la República en encuestas nacionales realizadas al 10 de enero de 2024 según modo de aproximación
Sin embargo, no pudiera decirse que las diferencias en las medias o los rangos dependen fundamentalmente del modo de aproximación que se emplee en la medición, pues entre distintos modos existe una variación pequeña en las alturas actuales de las principales candidaturas: Sheinbaum pasa de 65 a 58 puntos en promedio entre los extremos de los cuatro modos considerados y Gálvez de 28 a 35 por ciento en promedio. Así, el cambio en ambos casos es de siete puntos porcentuales solamente entre diferentes modalidades.
En todo caso, de marcarse una diferencia, ésta sería entre estudios que se realizan por aproximación personalizada, donde la distancia entre ambas contendientes es mayor, de 34 puntos en encuestas presenciales y hasta de 38 puntos en el caso de telefónicas con entrevistas personales, que en encuestas automatizadas, donde la diferencia se reduce a una media de 26 puntos en las encuestas telefónicas robotizadas y a 23 por ciento en el caso de los ejercicios no probabilísticos a través de entrevistas por Internet (Gráfico 3).
Gráfico 4. Histograma de márgenes de ventaja estimados en las encuestas nacionales para la Presidencia de la República al 10 de enero de 2024
Lo anterior repercute en que la distribución de encuestas según en margen de ventaja que estiman se concentre entre 20 y 35 puntos de diferencia (Gráfico 4), donde se ubica más del sesenta por ciento de las mediciones, con una moda de entre 25 y 30 puntos de diferencia y una cola más pronunciada hacia el lado de una mayor distancia. Por debajo de veinte puntos de diferencia se ubican solamente cuatro mediciones y más allá de cincuenta por ciento se localizan tres encuestas.
Gráfico 5. Mapa de las estimaciones por encuestas nacionales en vivienda para las dos principales candidaturas al 10 de enero de 2024 según modo de aproximación
El modo tradicional y que dicta la ortodoxia como el idóneo para la medición de preferencias electorales por lograr un mayor alcance de la población objetivo (los electores) y presentar menores tasas de rechazo y por tanto permitir una más eficiente inferencia sobre el universo bajo estudio es la aproximación mediante entrevistas personales en vivienda asistidas actualmente por computadora.
Son doce las casa encuestadoras que han publicado ejercicios en esta modalidad[4], con mediciones que otorgan en promedio 61 puntos para Claudia Sheinbaum, con una desviación estándar de seis puntos, 34 puntos (por redondeo) encima del 28 por ciento que tiene Xóchitl Gálvez, con una desviación típica de cinco puntos. Movimiento Ciudadano alcanza por su parte en este subconjunto de encuestas una media de once puntos, con una desviación estándar de cinco puntos, altura que expresa el hecho de que aún arrastra mediciones previas al retiro de su anterior candidatura.
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Sheinbaum se ubica en un margen de entre 54 y 77 puntos, veintitrés por ciento como brecha, que se estrecha a trece puntos cuando se considera el límite superior de 67 puntos cuando no se incluye una medición fuera del rango de dos desviaciones estándar. En el caso de Gálvez, su rango se ubica entre 16 y 33 por ciento, una brecha de 17 puntos, que se acorta a sólo siete puntos, con un límite inferior en 26 por ciento, cuando no se considera la medición atípica mencionada. Así, puede decirse que existe, excluyendo el caso atípico, una elevada coincidencia en el subconjunto de las encuestas presenciales para las alturas de las dos principales candidaturas (Gráfico 5).
Este paquete de doce estudios puede parcelarse en cuatro grupos: cuatro encuestas con una menor distancia, de 26 por ciento, otras cuatro con una distancia de treinta puntos, tres con una diferencia mayor, de 38 por ciento, y una considerada por razones estadísticas como atípica, con 62 puntos de diferencia (Gráfico 6).
Gráfico 6. Agrupamiento de estimaciones definidas de voto para la Presidencia de la República en encuestas nacionales en vivienda al 10 de enero de 2024
Lo anterior puede visualizarse de otra manera, como ubicación en un histograma que sitúe las encuestas según el margen de ventaja entre los dos primeros lugares que estarían reportando (Gráfico 7). En este caso, las encuestas tienden a concentrarse en una distancia de entre 25 y 35 por ciento, que pudiera ampliarse a 20 a 40 puntos para incluir a diez de las doce mediciones, dejando fuera solamente una medición que se situaría ligeramente por encima de la marca superior y aquella que se ha detectado como anómala.
Gráfico 7. Histograma de márgenes de ventaja estimados en las encuestas nacionales en vivienda para la Presidencia de la República al 10 de enero de 2024
Conforme los datos anteriores se reiterara una de las conclusiones a las que se arribó en los diversos ensayos sobre el tema que fueron publicados antes en este mismo espacio[5]: Claudia Sheinbaum se ubica invariablemente en el primer lugar en las preferencias rumbo a la Presidencia de la República para 2024, por encima de Xóchitl Gálvez. Empero, es claro que la tendencia a la homogeneización en las estimaciones según los distintos modos de aproximación se ha reforzado, por lo que las diferencias entre una y otra modalidad en los ejercicios de encuesta se sitúan ahora dentro de un margen muy estrecho, lo que favorece la conformación de una opinión general uniforme sobre el estado actual de las preferencias en el electorado. Discreparían de esta visión sustentada en la colección de mediciones hechas públicas sólo electores con una perspectiva partidarizada que privilegian alguna medición atípica, sea en uno u otro sentido.
Toca ahora enfrentar una larga ventana correspondiente al silencio del período entre precampaña y campaña, en que no se contará con variaciones significativas en las distribuciones de intención de voto que pudiera ser medida por las encuestas. Por ello, hasta el arranque formal de las campañas los actuales mapas mantendrán su condición de ser la última aproximación cierta a lo que podrán ser las preferencias electorales futuras.
Además, será difícil tener pronto claridad sobre el alcance en intenciones de voto de la nueva candidatura de Movimiento Ciudadano, puesto que su presencia pública se hará real hasta el inicio de campañas, a principios del mes de marzo, y su impacto se irá determinando a lo largo de las siguientes semanas. Mientras tanto, es muy factible que se mantenga la alta concentración de las intenciones de voto entre las dos candidaturas que se ubican en las mejores posiciones, lo que pudiera o no modificarse posteriormente.
De igual manera, el consenso que se ha alcanzado actualmente en las estimaciones por encuestas hechas públicas podrá mantenerse o afectarse por los esperables cambios que debieran ocurrir en el reparto de preferencias entre los dos primeros lugares y el posible crecimiento de la tercera candidatura.
Debe recordarse y tomar en cuenta que históricamente el resultado de los comicios por la Presidencia de la República no ha correspondido con los promedios de las estimaciones por encuesta ni ha estado necesariamente próximos a la moda de estas mediciones. Al contrario, el reparto de votos en las elecciones por la Presidencia de la República ha solido situarse más cerca de alguna de las colas en la distribución de proporciones, sin que sea viable conocer de antemano hacia cuál cola tenderá a ubicarse el dato real o si coincidirá con la media de las estimaciones.
Así, la idea que está arraigando entre el público atento de un reparto y ordenamiento específico, puede cambiar a lo largo del proceso por venir y pudiera ser coincidente o no con las votaciones que las distintas candidaturas logren en la realidad, por lo que permanece la democrática condición de incertidumbre sobre el resultado que se dará en las urnas, siendo las encuestas sólo un instrumento orientador sobre el estado de las preferencias a lo largo del proceso y no una predicción del voto, ni mucho menos un factor de definición del sentido de los sufragios, pues ha ocurrido y volverá a ocurrir que lo que hacen los electores en las urnas se distancie de las previsiones que se observan en el conjunto de encuestas. Dicho de forma categórica: las encuestas no mandan en las decisiones de los votantes ni las elecciones pueden ganarse con base en encuestas.
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[1] Presidente Ejecutivo de ISA Investigaciones Sociales Aplicadas.
[2] Se incluyen dos mediciones en “estados con competitividad técnica” realizadas por Territorial, por haber sido reportadas como encuestas nacionales por el INE.
[3] Para fines de análisis y por simplicidad, los casos de mediciones con métodos mixtos se agruparon en la modalidad menos próximas al modo más tradicional: como telefónicas cuando incluyeron mediciones en vivienda y telefónicas, como robotizadas cuando tuvieron observaciones personalizadas y no personalizadas y como no probabilísticas en su totalidad cuando alguna parte se tomó mediante encuentro de personas en Internet, aunque alguna parte fuera producto de entrevistas personalizadas.
[4] No se incluye en esta lista a El Financiero, cuya primera estimación fue realizada de manera mixta, con entrevistas presenciales y telefónicas, pero que ha continuado su serie con encuestas exclusivamente telefónicas.
[5] Ricardo de la Peña, “Una primera ronda de encuestas nacionales rumbo a 2024”, México Social, 5 de octubre de 2023, en: https://www.mexicosocial.org/encuestas-nacionales/; “¿Qué nos han dicho las encuestas antes de las precampañas?”. México Social, 21 de noviembre, en: https://www.mexicosocial.org/encuestas-de-precampanas/; “Las encuestas antes del cambio de una candidatura presidencial”. México Social, 13 de diciembre, en: https://www.mexicosocial.org/las-encuestas/.
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