Marcelina Bautista, fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas de Hogar, A.C., hace un balance del estado actual de los derechos humanos de las personas trabajadoras del hogar, a un año y medio de la reforma al capítulo XIII de la Ley Federal del Trabajo.
La invitada habla con Mario Luis Fuentes sobre la falta de acceso a la salud, así como de los retos que ha representado la pandemia para las y los trabajadores del hogar, al no contar con contratos que los amparen, no poder ir a sus lugares de trabajo y dejar de percibir ingresos.
“Falta muchísima voluntad de los empleadores para reconocer que el hecho de contratar a alguien en su casa y pagarle un salario los convierte en empleadores y su casa se convierte en un centro de trabajo, por lo que hay que acatar lo que marca la Ley Federal del Trabajo. Todavía hay mucho rechazo cuando las trabajadoras hablan de sus derechos”, señala Bautista.
La defensora de los derechos de las trabajadoras del hogar advierte que la mayoría de las personas se siguen resistiendo a inscribirlas en el seguro social, a firmar un contrato laboral y los salarios se basan en lo que los empleadores deciden que pueden y quieren pagar.
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