por Dr. Otilio Flores Corrales
La corrupción es un fenómeno complejo. Obedece a patologías profundas de la civilización. No es fortuita su existencia y su dinámica cotidiana, si asumimos que poco, o casi nada funciona sin su presencia. Es una práctica elemental para agilizarlo todo, para resolver lo que aún ahora se desenvuelve con siniestros caminos, burocracias obsoletas, y normas inoperantes.