por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal, 2012, en ese año, en sólo 18 Estados de la República y el Distrito Federal se iniciaron Averiguaciones por el delito de la Trata de Personas. El Censo contabiliza 287 casos, de los cuales, el 80% se concentra en únicamente 6 entidades. En la mayoría de los casos, las víctimas tienen entre 12 y 34 años, muchas de ellas enganchadas a través del enamoramiento y el contacto vía las redes sociales
El día de ayer se conmemoró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. En México, este crimen se comete en prácticamente todo el territorio nacional, y se estima que su práctica se lleva a cabo con fines de explotación sexual comercial, explotación laboral o para el tráfico de órganos, tejidos y sus componentes.
Prácticamente todos los estudios académicos que existen en la materia muestran que este delito tiene una gran magnitud en el país, y que el número de víctimas rebasaría, como cifra mínima, a 20 mil personas cada año. Esta cifra implicaría una tasa aproximada de 16 víctimas por cada 100 mil habitantes
La ausencia de estadísticas claras:
De acuerdo con el contenido del sitio de internet de la Embajada de los Estados Unidos de América en México, en el Informe Anual que presenta ese gobierno sobre el tema, se diagnostica lo siguiente: “El gobierno de México no cumple plenamente las normas mínimas para la eliminación de la trata de personas; sin embargo, hace esfuerzos considerables por lograrlo. Durante el año de este informe, las autoridades mexicanas aprobaron reformas constitucionales sobre la trata, reforzaron los empeños de capacitación y concienciación; y aumentaron significativamente las condenas por trata a nivel nacional y estatal, logrando la condena de al menos 14 acusados de trata de personas.”
A lo anterior, el informe de la Embajada de los E.U.A. en México agrega: “No hubo estadísticas completas sobre el número de víctimas de identificadas durante el año. La FEVIMTRA informó haber identificado a 89 víctimas en 2011, mientras que el Instituto Nacional de Migración (INM) informó de 29 víctimas, y las autoridades de Baja California y la Ciudad de México identificaron a 13 y 29 víctimas respectivamente.”
Los datos más recientes
Para el año 2012, la mejor fuente de información que se tiene sobre este tema es el Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal, en el cual el INEGI contabilizó 287 investigaciones iniciadas en el país, respecto del delito de la trata de personas.
Sin embargo, esta cifra debe ponerse en contexto: por un lado debe destacarse que únicamente en 18 entidades de las 32 que integran a la República Mexicana se iniciaron Averiguaciones Previas por el delito de trata; más aún, entre esas 18 entidades, 6 concentran el 80% de los casos.
Los datos de INEGI muestran que son el Distrito Federal, con 77 casos; Chiapas, con 63; el Estado de México, con 33; Tlaxcala con 24; Puebla con 22 y Quintana Roo, con 11 casos, las entidades en donde mayor actividades de investigación judicial se llevaron a cabo el año pasado para indagar sobre la posible responsabilidad y existencia de este delito.
Por otro lado, uno de los temas más relevantes a destacarse en esta materia es que de acuerdo con las y los expertos, la explotación sexual comercial de niñas y niños, sigue catalogándose y procesándose en muchas entidades bajo figuras que no recogen ni sociológica ni jurídicamente la gravedad del delito cometido.
Por ejemplo, es común que en el Poder Judicial se reclasifiquen los delitos bajo la figura de “corrupción de menores” pues es más sencillo para las y los juzgadores procesar e imponer sanciones desde este tipo penal.
Sobre este tema, el citado Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal, 2012, registra un total de 1,641 casos de averiguaciones iniciadas por el delito de corrupción de menores; empero, 7 entidades concentran el 77% de los casos; éstas son: Sonora, con 468 averiguaciones; el Distrito Federal con 256; Nuevo León con 153; Yucatán con 136; Baja California con 110; Jalisco con 92; y Aguascalientes con 54.
Las redes sociales: una herramienta riesgosa
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), en nuestro país hay más de 40 millones de usuarias y usuarios de esta herramienta tecnológica. De ese total, dos de cada tres personas tienen entre 12 y 34 años de edad, es decir, las y los más jóvenes constituyen el grueso de quienes tienen acceso a la red global.
Otro dato a destacar es que, según la AMIPCI, 9 de cada 10 personas que tienen acceso al internet, utilizan redes sociales, principalmente Facebook y Twitter, en las cuales pasan una importante cantidad de horas al día, y a través de las cuales socializan y establecen contacto con otras personas.
En promedio, la AMIPCI estima que el usuario “estándar” de internet en el país, se conecta alrededor de 5.1 horas al día a la red global, las cuales las destina, predominantemente al envío de correos electrónicos, a buscar información y a navegar a las redes sociales.
El tema es de singular relevancia ya que en entidades como el Estado de México, las autoridades han logrado identificar que las víctimas de trata de personas más jóvenes, son enganchadas vía el enamoramiento, el cual inicia a través del contacto que los proxenetas inician a través de las redes sociales.
Lo que las y los jóvenes saben
A lo largo de 2012 y 2013, CEIDAS ha desarrollado, en alianza con el Gobierno del Estado de México, una serie de talleres dirigidos a jóvenes estudiantes de secundaria y bachillerato, en los cuales se aplica un cuestionario para conocer el grado de información que tienen frente al delito de la trata de personas.
Destaca el hecho de que en esa entidad, más del 80% de las y los jóvenes matriculados en alguna escuela pública, han escuchado hablar del delito de la trata de personas, al cual lo asocian fundamentalmente con conceptos como “tráfico de indocumentados”, “prostitución”, “secuestro” o “explotación en el trabajo”.
Para las y los jóvenes entrevistados, son las y los niños menores de 15 años quienes se encuentran en mayor vulnerabilidad de convertirse en víctimas de la explotación sexual comercial; en segundo lugar, se ubica a las mujeres y niñas que emigran; y en tercer sitio se considera a las personas que viven alguna adicción.
Según la información recabada, existe evidencia de que las y los jóvenes perciben a las calles y al internet como los lugares más riesgosos como espacios de posible enganche frente a la trata de personas; empero, sólo un 20% de quienes participaron en el sondeo manifiestan haber tomado alguna medida de prevención; mientras que únicamente el 32% sabe cómo y en dónde podría denunciar o pedir ayuda ante un posible caso de trata de personas.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 24- Septiembre- 2013, p.24
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