por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con los datos del INEGI, relativos a la aportación estatal al PIB Nacional, en 6 entidades se concentran el 50% del PIB nacional: Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Campeche y Veracruz. En sentido contrario hay 11 estados que producen el equivalente al 10%. El sector económico más atrasado y con mayores carencias es el de los alimentos, pues hay 15 entidades con crecimiento negativo entre 2007 y 2011.
México se caracteriza por tener un modelo de crecimiento concentrador de las capacidades productivas en unas cuantas regiones, y más aún, en unas cuantas zonas metropolitanas, entre las que destacan la Zona Metropolitana del Valle de México; la del Valle de Toluca; la Zona Metropolitana de Monterrey y la Zona Metropolitana de Guadalajara.
El bajo crecimiento que ha tenido la economía nacional, se ve reflejado casi de manera simétrica en todas las entidades de la República, entre las cuales, no hay ninguna que en los últimos cinco años haya tenido un crecimiento económico destacado, a pesar de las distintas inversiones y generación de infraestructura.
Lo anterior permite sostener que en México carecemos de una estrategia de desarrollo regional que permita potenciar la competitividad y la productividad de las regiones; detonar las capacidades locales y la generación de nuevos encadenamientos; así como la revaloración y protección de los patrimonios ecológicos y ambientales.
Los que más aportan
Según los datos del INEGI, hay una tercera parte de los estados de la República que aportan el 66% del total del Producto Interno Bruto del país. En el primer sitio se encuentra el Distrito Federal, en el cual se generó, como promedio anual en los últimos 5 años, un 17.1% del total de las mercancías y servicios del país.
En segundo sitio se encuentra el Estado de México, en el cual se generó, como promedio anual entre 1997 y 2011, el 9.1% de la riqueza nacional. En tercer lugar se encuentra el estado de Nuevo León, en el cual se generó el 7.6% del PIB nacional; en cuarto sitio se encuentra el estado de Jalisco, con el 6.2% y en quinto sitio se ubicó el estado de Campeche, con un 5.8%; esto último se explica gracias a la renta petrolera generada en esa entidad.
En sexto lugar se encuentra el estado de Veracruz, con el 4.6% del total del PIB generado en México; en séptimo sitio está el estado de Guanajuato, con un 3.89% del PIB; en octavo lugar está el estado de Tabasco, con un 3.7%; en noveno el estado de Puebla, con un 3.3%; en décimo el estado de Tamaulipas, con un 3.2%; en 11º Chihuahua, con un 3.1% del total, y en el décimo segundo lugar el estado de Coahuila, con el 3% de la riqueza nacional generada en su territorio.
Sobre el particular es destacarse que la aportación del DF decreció del 17.4% en el año 2007, a 16.5% en el 2011; también el estado de Chihuahua tuvo un decremento del 3.2% en el 2007 al 2.86% en el año 2011; mientras que la aportación del estado de Campeche pasó de 6.26% a 2.9% en el periodo señalado.
En sentido inverso, el Estado de México creció en su aportación del 8.8% al 9.3% entre los años considerados; y Tabasco pasó de 3.7% a 4.4% de 2007 al 2011.
A pesar de lo anterior, debe decirse que las fluctuaciones entre cada año pueden ser consideradas como marginales y que únicamente en el caso del estado de Chihuahua puede identificarse una tendencia a la baja, pues la reducción de su aportación al PIB ha sido constante cada año desde el 2006.
Los más pequeños
En el reverso de la moneda, las 11 entidades que menor cantidad de recursos generan aportan en su conjunto apenas el 10.5% del PIB cada año. Estas entidades son: Guerrero, con 1.5% del PIB, del cual más del 85% se genera en Acapulco e Ixtapa. Quintana Roo, con una aportación del 1.4%, de la cual, aproximadamente una proporción similar a la de Guerrero, se genera en el desarrollo turístico de Cancún.
Yucatán participa también con el 1.4% del PIB anual; Durango aporta aproximadamente el 1.2%; Aguascalientes y Morelos aportan cada uno cerca del 1.1% del PIB anual; Zacatecas participa con un 0.7%; Nayarit y Baja California Sur lo hacen con un 0.6%; Colima con un 0.5%, a pesar de la presencia del Puerto de Manzanillo; y en el último sitio en aportación al PIB nacional se encuentra el estado de Tlaxcala con un 0.46% promedio anual.
El sector alimentario: el más vapuleado
Uno de los principales retos que enfrenta esta administración se encuentra en el ámbito de la seguridad alimentaria y la deuda histórica que mantiene nuestro país para garantizar el derecho a la alimentación para todas y todos los mexicanos.
Frente a lo anterior, debe destacarse que en lo relativo a la producción de alimentos, bebidas y cigarros, el país presenta su menor ritmo de crecimiento anual en el sector de los alimentos, con un promedio de 1.4% anual en los últimos 5 años para los que existe información oficial al respecto.
De hecho, si se elimina el año 2009, en el que se tuvo una caída general de 6% del PIB nacional debido a la crisis financiera internacional, el promedio anual de crecimiento económico a nivel nacional fue de 3.46%, entre 2007 y 2011, mientras que en el ámbito de los alimentos, bebidas y tabacos el promedio es de apenas 2%.
En este rubro es importante destacar que hay 15 entidades de la República que presentan tasas de crecimiento negativas en este sector, lo cual es un claro indicador de la debilidad estructural de este sector, lo cual explica en una buena parte la existencia de casi 12 millones de personas en situación de hambre, además de 22 millones en vulnerabilidad por carencia de acceso a la alimentación.
Las entidades con peores indicadores de crecimiento son Oaxaca con un -6.7% entre 2007 y 2011; Tlaxcala con -5.8%; Nayarit con -3.1%; Puebla y Baja California Sur con -2.7%; Quintana Roo con -2.6%; Hidalgo con -2%; Michoacán con -1.9%; Coahuila con -1%; Sonora con -.9%; Chiapas con -.7%; Chihuahua con -.6%; Baja California con -.4%; Querétaro con -.3% y Veracruz con -.1%.
Las cinco entidades con mayor crecimiento en este sector son Nuevo León con un crecimiento promedio en el periodo de 4%; Tabasco con 5.1%; Estado de México con 5.3%; Colima con 6.5% y Morelos con 8.1%.
Lo anterior es resultado de la ausencia de una política de seguridad alimentaria que permita rescatar la noción de la soberanía alimentaria a fin de contar con la producción y distribución necesaria de alimentos sanos, inocuos y nutritivos, en todo momento, para toda la población.
*Columna publicada bajo el mismo nombre en el periódico Excélsior, 08- Enero- 2013, p.21
METODOLOGÍA |
La selección de los indicadores para elaborar esta investigación se apegó a los siguientes criterios: 1) provienen de fuentes oficiales o de organismos internacionales; 2) son datos con representatividad nacional; 3) son datos con rastreabilidad, con la misma metodología durante los últimos diez años.
(*) Este texto se elaboró con material del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social