por Pablo Escandón Cusi
El sobrepeso, la obesidad y uno de sus consecuentes problemas de salud denominado Diabetes Mellitus han puesto en alerta a los sistemas de salud de todo el Mundo, pero en el caso de México el tema es inclusive de más alto impacto. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que de los 1,200 millones de personas que sufren problemas de obesidad, 70 millones son mexicanos.
Nuestro paÃs es el primer lugar mundial en niños con obesidad y sobrepeso, y segundo en adultos.
Si a este nada honroso primero y segundo lugar se suma el número 10 que tenemos entre las naciones con mayor caso de personas con diabetes mellitus, el panorama es sumamente preocupante y nos obliga a todos a la reflexión y a realizar acciones para evitar este mal.
La OMS dio a conocer este año que cada hora mueren en México cinco personas por complicaciones derivadas de la diabetes mellitus y precisó que cerca de 250 millones de personas en el mundo padecen este tipo de diabetes, cifra que se estima aumente con el incremento global de la obesidad y el sobrepeso.
Sobrepeso y obesidad
Analicemos primero la causa y posteriormente la consecuencia. Tanto la obesidad como el sobrepeso son el principal problema de Salud Pública en México.
Nuestro paÃs invierte del erario aproximadamente el 7% del presupuesto destinado a salud para atender la obesidad, solo por debajo de Estados Unidos que invierte el 9%.
¿Qué pasa con este problema, de dónde deriva, qué lo genera? Son varias las causas de inicio y muchas las consecuencias. Algunas de las causas son la mala alimentación de nuestra población, el sedentarismo y la falta de acceso a alimentos nutritivos.
¿Qué sucede cuando se conjuntan estos factores? Un problema de salud pública, un asunto que involucra a todos, sociedad, empresas y gobierno. Actualmente la mortalidad es 12 veces mayor en jóvenes de 25 a 35 años.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 se estima que 52.2 millones de personas tienen sobrepeso u obesidad.
El 25% de las incapacidades laborales son por padecimientos relacionados con la obesidad. Esto genera gastos de entre 22% y 34% superiores en el ingreso familiar y para las autoridades representa atender a los enfermos, ya que actualmente se tiene registro de que tres de cada cuatro camas de hospital las ocupan pacientes con enfermedades relacionadas con la obesidad.
Un poco de historia
Hace aproximadamente 5 décadas el tema de la obesidad se introdujo como un término que tuvo una clasificación internacional de enfermedad. A 50 años de que se considerara enfermedad, en nuestros dÃas se estima que hay poco más de 300 millones de personas en el mundo que son obesas.
El sobrepeso y la obesidad son situaciones complejas en la salud pero con repercusiones psicológicas, como la baja autoestima y sociales graves, como la discriminación, que afecta a todas las edades y grupos socioeconómicos.
Muchas veces se cree que quienes ganan con las enfermedades son los productores y desarrolladores de medicamentos, nada más simplista que este enfoque en un tema de salud pública.
El problema de fondo es que estamos en proceso de construir una cultura de trabajo conjunto para erradicar problemas como estos. Tenemos que desarrollar esfuerzos en conjunto como sociedad, empresa y gobierno para generar hábitos y cultura por una alimentación sana y balanceada; además se deben implementar polÃticas públicas para evitar el desorden alimenticio y realizar actividades que propicien la activación fÃsica.
De no tomar medidas estaremos enfrentando en menos de dos décadas una serie de problemas de salud pública, atendiendo problemas cardiovasculares y la diabetes mellitus, una de las principales consecuencias del sobrepeso y la obesidad.
Enfermedad silenciosa
En los próximos 20 años las muertes por diabetes mellitus tipo II, por enfermedades del corazón y por accidentes cardiovasculares se triplicarán en América Latina, según datos de la Organización Panamericana de la Salud de 2006.
Desde el punto de vista de la salud pública, la alta prevalencia de obesidad y sus consecuencias la convierten en la situación de salud más urgente de atender.
La OMS estima que en el mundo hay más de 220 millones de personas con diabetes, problema de salud que muy probablemente, de no mediar intervención alguna, para 2030 se habrá más que duplicado.
Datos del INEGI indican que durante 2009, del total de egresos hospitalarios en México el 2.8% fue por diabetes, siendo las mujeres las más afectadas con 53% de los casos, en comparación con los hombres que representaron un 47%.
En los jóvenes de 10 a 14 años la tasa de morbilidad hospitalaria se ha duplicado entre 2005 y 2009, ya que pasó de 1.80 a 2.49; en tanto que en las edades de 15 a19 años pasó en 2005 de 2.16 a 4.51 en 2009.
En el marco del DÃa Mundial de la Diabetes que se conmemora el 14 de noviembre es bueno considerar que en México el grave problema que tenemos con temas de salud vinculados como sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus nos representa a todos un gran reto para resolverlo y esto se logrará en la medida en la que se deje de pensar al problema como una estadÃstica. Lamentablemente no estamos hablando de crear vacunas o medicamentos que eviten el sobrepeso o la obesidad, estamos hablando de algo más complejo, generar hábitos, desarrollar conciencia, tomar medidas y aplicar polÃticas de salud pública, lograrlo nos llevará varios años, quizás décadas para ver los primeros resultados.
El Programa de Diabetes de la OMS plantea como estrategia trabajar en la prevención y, cuando exista un diagnóstico positivo, minimizar las complicaciones, para mejorar la calidad de vida de la población afectada. Esto permitirá establecer una serie de lineamientos para promover la sobrevivencia, enfatizar la prevención y fortalecer el control de la enfermedad. Además, recomienda concientizar a las personas con antecedentes heredofamiliares para realizarse estudios de seguimientos, chequeos, asà como de control de peso y dieta.