por María Consuelo Mejía
En las últimas dos décadas la situación y el posicionamiento de las mujeres han mejorado sustancialmente, pero esta mejoría no ha sido pareja; además de las condicionantes culturales que reproducen la exclusión de las mujeres, en México la desigualdad económica, que se traduce en desigualdades sociales, educativas y laborales, impide que miles de mujeres y jóvenes, especialmente de las zonas rurales e indígenas más marginadas, ejerzan sus derechos sexuales y reproductivos