por Adela Cortina
La ética abarata costes, y no sólo en dinero, que es lo que parece interesar a tirios y troyanos, sino también y sobre todo en muertes prematuras; en vidas destrozadas; en conflictos; en eternos procesos judiciales de final incierto; en venganzas, rencores, en papeleos odiosos; y en ese coste que varía más o menos, pero que suelen acabar pagando los peor situados