La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sigue siendo una de las instituciones de mayor generosidad y nobleza en nuestro país. Lo es no sólo por lo que representa para la educación superior, la difusión de la cultura y la divulgación del saber; sino también porque sigue siendo uno de los espacios con mayor solvencia ética y con capacidad de señalar tanto yerros en los asuntos públicos, como destacar la vida, trayectoria y grandeza de personajes relevantes para la historia nacional.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
En ese segundo ámbito, la UNAM llevó a cabo un emotivo homenaje con motivo de los 90 años del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, un mexicano ejemplar y con una trayectoria intachable de lucha, compromiso y capacidad de entrega a las mejores causas políticas y sociales en nuestro país.
En la última mesa de trabajo de esa conmemoración, participaron el rector de la UNAM, el dr. Leonardo Lomelí Vanegas; Rolando Cordera Campos, Maestro Emérito de nuestra Universidad, y el historiador Javier García diego Dantán, quien dictó una emotiva cátedra haciendo un recorrido histórico por la vida y a partir de la vida del Ingeniero Cárdenas.
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En su mensaje, García diego señaló cuestiones de sumo interés. En primer lugar, porque el ingeniero Cárdenas, habiéndose ganado un sitial en la historia cívica patria, sigue contribuyendo a pensar, a reflexionar y a proponer soluciones para los complejos problemas que enfrenta nuestra nación.
Pero además, señaló una cuestión sui generis en nuestra historia nacional, pues planteó una pregunta abierta que no deja de sorprender al colocarla en una perspectiva de la relevancia histórica que tiene: ¿cuántos ex presidentes tenemos del calibre de Lázaro Cárdenas del Río en el siglo XX? Y enseguida: ¿cuántos hijos de expresidentes de ese calibre habrían tenido la capacidad de construir una trayectoria propia que se coloca a la par de uno de los gigantes de la historia nacional?
La respuesta es inequívoca: el caso del ingeniero Cárdenas es único y es quizá irrepetible pues su decurso de vida se da como parte de lo que bien denomina Garcíadiego como una “dinastía cívica”, es decir, una familia de patriotas que se comprometieron siempre a dar lo mejor de sí para tratar de que el nuestro sea un país de justicia y dignidad para todas y todos.
En efecto, Lázaro Cárdenas, Amalia Solórzano y Cuauhtémoc Cárdenas son una tríada de personajes irrepetibles en nuestro escenario nacional, y al mismo tiempo, constituyen un ejemplo que, sin recurrir al recurso fácil de los “altares cívicos”, debe destacarse para convocar a más y más personas a trabajar con el mismo ahínco, pasión y capacidad de entrega por México.
Llamarse Cuauhtémoc, el nombre de uno de los grandes héroes de dimensiones legendarias en nuestro panorama histórico, y apellidarse Cárdenas, generan, como lo expresó Garcíadiego, la confluencia entre destino e historia, formando una síntesis sin precedentes de una vida de un mexicano que, debe insistirse, es sin duda alguna ejemplar.
Por otro lado, planteaba el filósofo Heidegger, que las sociedades contemporáneas requieren de nuevos y urgentes liderazgos; porque los accidentes históricos están a la orden del día, y porque la ejemplaridad no es algo que se produzca de manera cotidiana ni continua; sobre todo porque el liderazgo constituye precisamente una historia de vida, una trayectoria, una actitud permanente tan ejemplar que resulte a todas luces digno de ser emulado por prácticamente cualquier persona que se proponga hacer el bien y servir a su sociedad.
Todo eso implica la vida y obra de Cuauhtémoc Cárdenas: vocación de patria y compromiso indeclinable con la democracia como forma de vida; como espacio de realización de la inteligencia de la política y como forma de gobierno que debe permitir la generación de condiciones de bienestar generalizada para la población.
Pensar la historia desde una historia tan relevante, permite además poner el presente y el porvenir en perspectiva. Por ello no deja de sorprender el incansable talante del ingeniero quien con el otro gran maestro que es Rolando Cordera, coordinaron un nuevo libro titulado “Ante la situación nacional: reflexiones y propuestas 2024-2030”, editado por la UNAM (http://www.pued.unam.mx/opencms/publicaciones/63/situacion_nacional.html) Se trata de un texto que compila las aportaciones de 51 autoras y autores, quienes plantean una mirada de conjunto sobre todo lo que se debe hacer para transitar hacia un país con democracia y derechos humanos.
Todo esto que hoy imaginamos como posible no estaría en nuestro horizonte sin la brega democrática que se inició con la creación del Frente Democrático Nacional en 1987, con la creación del PRD a inicios de la década de los 90, y con el triunfo electoral que obtuvo el ingeniero Cárdenas para ocupar la primera jefatura de gobierno democráticamente elegida en la Ciudad de México.
Y todo ello constituye un legado que sintetiza las aspiraciones de millones de personas que han creído que es posible un país distinto. Uno, donde la justicia, la paz y la dignidad sean las palabras que acompañen la vida cotidiana; uno, donde la pobreza, las desigualdades y la exclusión sean fantasmas que podamos dejar en el pasado y adentrarnos a un futuro venturoso y de generosidad con cada uno de los habitantes de este país.
El homenaje realizado a la vida y legado del ingeniero Cárdenas es producto justo de eso: de su capacidad ejemplar de convocar y propiciar un debate fructífero, y concitar a los mejores valores como el universitario y como el mexicano ejemplar que es.
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