Durante la Sexta Reunión de la Mesa Redonda para el Desarrollo del Caribe se habló sobre la necesidad de brindar apoyo financiero al Caribe para llevar a esta subregión de la vulnerabilidad a un desarrollo resiliente y al crecimiento dinámico.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, indicó que, con la crisis, el Caribe ha sufrido un golpe generalizado, con un turismo que ha colapsado haciendo un “efecto dominó” en otros sectores. Los gobiernos han tenido que apoyar a los trabajadores, pese a los niveles de deuda pública.
“Por eso la CEPAL ha estado activamente participando en las negociaciones de la iniciativa de financiamiento para el desarrollo para que incluya a los países de ingreso medio más vulnerables, como los del Caribe”, señaló Bárcena.
Camillo Gonsalves, Ministro de Finanzas, Planeación Económica, Desarrollo Sostenible y Tecnologías de la Información de San Vicente y las Granadinas, destacó que se necesitan respuestas inmediatas e innovadoras, tales como la subvención y la suspensión de deuda.
Puntualizó que el COVID-19 amplió las vulnerabilidades de los países del Caribe, los cuales no solo enfrentan problemas de liquidez, sino de solvencia financiera.
“Nuestra solución debe ser navegar juntos para encontrar políticas significativas que permitan enfrentar los enormes desafíos económicos y sociales que tenemos por delante”, declaró.
Andrew A. Fahie, ministro de Finanzas de las Islas Vírgenes Británicas, indicó se necesitan inversiones a mediano y largo plazo para que economía global vuelva a una senda de crecimiento saludable y las personas puedan vivir una vida mejor.
Prioridades para reconstruir el Caribe
Alicia Bárcena presentó el un panorama de la situación económica del Caribe, así como sus necesidades de financiamiento para el desarrollo.
Señaló que el impacto económico de la pandemia ha sido severo: se espera que el PIB subregional se contraiga 6.9% este año, que las tasas de desempleo crezcan y la deuda pública de los países aumente.
Asimismo, Bárcena subrayó cinco propuestas y recomendaciones de la Cepal para mitigar este impacto:
-Dar un tratamiento especial al Caribe para que acceda a financiamiento concesional, con una cancelación de la deuda sin condicionalidades y acceso a DSSI mejorado (traer acreedores privados) y Bancos Regionales de Desarrollo.
-Emitir y relocalizar los derechos especiales de giro (SDR, por sus siglas en inglés).
-Negociar con acreedores bilaterales, incluyendo el Club de París (Antigua y Barbuda, y Dominica).
-Establecer un fondo de resiliencia para el Caribe.
-Involucrar al Fondo Verde del Clima en la iniciativa de la CEPAL sobre el canje de deuda.
Durante la reunión también se propuso fortalecer la seguridad alimentaria, abordar la pobreza y la desigualdad; promover la diversificación económica y las inversiones verdes para construir resiliencia; expandir el acceso a la banda ancha y promover un uso más amplio de las plataformas digitales para la educación y las comunicaciones; fortalecer la evaluación de desastres y su administración; mejorar la protección social y abordar las necesidades de las poblaciones vulnerables; y fortalecer la infraestructura de salud para la respuesta al COVID y el combate a las enfermedades crónicas.
“Necesitamos una reforma urgente de la arquitectura financiera internacional. La estabilidad financiera debe ser vista como un bien público global y la liquidez debe reconectarse con la economía real”, subrayó al respecto la secretaria ejecutiva de la Cepal.