por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el INEGI, la Enfermedad por Virus de la Inmunodeficiencia Humana ocupa el lugar 16 entre las principales causas de mortalidad en el país. Entre los años 2006 y 2015, han fallecido en promedio 4,978 personas por esa causa (14 diarias); destaca además que en el 73.5% de los casos, las personas que fallecieron tenían entre 25 y 49 años de edad.
El próximo 1º de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA; en este contexto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advierte que en América Latina y El Caribe una de cada tres personas con VIH no saben que lo tienen. El dato es relevante pues se estima que en 2015 había en América Latina 1.9 millones de personas con VIH.
Asimismo, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (CENSIDA), en la región de América Latina: “En 2014, se produjeron 87,000 nuevas infecciones por el VIH en la región, las cuales se redujeron 17% en comparación con el año 2000. Las defunciones por VIH ocurridas fueron 41,000, las cuales disminuyeron 29%, en comparación con 2005. La cobertura de TAR es 47% de los adultos de 15 años o más y de 54% entre los niños de 0 a 14 años.”
Es de destacarse que, a pesar de algunos avances, la OPS señala que la retención en tratamiento oportuno de niñas y niños, con Antiretrovirales (TAR), sigue siendo menor entre este grupo de población que entre la población adulta. En efecto, en el documento, “El Tratamiento Antirretroviral bajo la lupa”, elaborado por el citado organismo, alerta: “Los datos correspondientes al 2014 muestran que a escala regional la retención en TAR a los 12 meses y la respuesta virológica a este tratamiento fueron menores en los niños de 0 a 14 años en comparación con los adultos y los niños mayores de 15 años.”
Estos datos obligan a redoblar los esfuerzos en la protección de los grupos de población en mayores circunstancias de vulnerabilidad social y, sobre todo, asumir el llamado planteado en este 2016 de “Aceptar el reto de terminar con el SIDA”.
La incidencia en México
De acuerdo con la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, la tasa de incidencia por infección asintomática por VIH, así como por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, se ha mantenido estable en los últimos años.
En efecto, en el 2013, la tasa por Infección Asintomática por VIH fue de 4.27 casos por cada 100 mil habitantes; en el 2014 la tasa fue de 4.12 casos y en el 2015 se ubicó en 4.73 casos por cada 100 mil habitantes. Al respecto debe destacarse que las tasas específicas son mucho mayores entre los grupos de población joven. Así, en el 2015, la Secretaría de Salud informa que en el grupo de 20 a 24 años la tasa fue de 12.79 casos por cada 100 mil en el grupo de edad, y de 9.33 casos por cada 100 mil en el grupo de edad de 25 a 44 años.
Por su parte, respecto del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), los datos oficiales indican que en 2013 hubo una incidencia de 4.46 casos por cada 100 mil habitantes; de 3.88 casos, en la misma proporción en 2014; y de 4.11 por cada 100 mil habitantes en el 2015. A diferencia de la infección asintomática por VIH, las tasas específicas de incidencia se encuentran entre la población adulta y adulta mayor, pues entre la población de 37.47 casos por cada 100 mil personas entre 44 y 49 años de edad; y de 8.93 casos por cada 100 mil personas entre 60 y 64 años de edad.
Consecuencias fatales
De acuerdo con las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre los años 2006 y 2015 han fallecido en el país un total de 49,783 personas a causa de la “Enfermedad por virus de la inmunodeficiencia humana”. Esto implica un promedio anual de 4,978 casos, o bien, un promedio diario de 14 defunciones diarias por esta causa. Los años con mayor número de casos han sido los del 2008 al 2009 y 2011, en los que se registró un promedio anual de 5,113 casos.
Debe destacarse que de la cifra total de defunciones el 6.2% se concentró, en el citado periodo de 2006 a 2015, en el grupo de edad de 20 a 24 años; el 14% en el grupo de 25 a 29 años; el 17.5% en el de 30 a 34 años; el 16.7% en el de 35 a 39 años de edad; el 14.4% en el de 40 a 44 años; mientras que el 10.9% en el de 45 a 49 años de edad. Esto significa que del total de defunciones por esta causa el 73.5% (es decir, tres de cada cuatro) se concentran entre los 25 y los 49 años de edad.
La Meta al 2030
La OPS estima que actualmente, el 41% de las personas con VIH y bajo tratamiento antirretroviral tienen el virus indetectable en la sangre; en esa lógica, la meta planteada es que en el 2030 al menos el 95% de las personas con tratamiento antirretroviral tienen niveles indetectables de VIH en su sangre, indicador que reduciría significativamente el número anual de defunciones por esta causa.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 29-noviembre-2016, p.14.