Ninguna se salva, ni la próxima presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo, de sufrir violencia política en razón de género (VPRG), a partir de una impuesta visión de feminidad, misma que ha operado durante siglos en contra de las mujeres y ha obstaculizado su participación política. Se le cuestiona, se ponen en duda sus méritos, preparación, capacidades y expertise, por el hecho de ser mujer. Se pregunta si acaso será una copia, un clon, una marioneta sin personalidad del mandatario saliente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por el hecho de ser mujer. Se le niega la posibilidad de una personalidad y carácter propios, de una visión personal y un proyecto de país afín a esta y de convicciones políticas e ideológicas desarrolladas a lo largo de los años aun antes de su relación política con el líder de la Cuarta Transformación (4T), por el hecho de ser mujer.
Escrito por: Ivonne Acuña Murillo
No importan los resultados que haya obtenido en sus gestiones previas, no se toman en cuenta los pasos dados desde que comenzó la carrera por la candidatura presidencial y el proceso electoral, no se ven los signos que apuntan al desarrollo de un estilo personal de gobernar, como diría el estudioso Daniel Cosío Villegas. Todo esto pasa a segundo término cuando se parte de su “ser mujer”.
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Habría que preguntarse si todas estas objeciones se plantearían a un hombre elegido para ocupar la silla presidencial, como podrían haber sido Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila o Gerardo Fernández Noroña. ¿Se plantearía siquiera la posibilidad de que el presidente electo no tuviera un proyecto propio? ¿Se le acusaría de ser el títere del presidente López Obrador? ¿Se afirmaría que AMLO gobernara otros seis años a través del elegido? Al cuestionar a Claudia se pasa por alto que López Obrador es el más importante líder político y popular del país, constructor y principal figura del movimiento social conocido como “lopezobradorismo” y que ninguna de las personas interesadas en ocupar la silla presidencial, sin importar su sexo-género, hubiera podido prescindir de su apoyo, no sólo en términos presidenciales sino como el creador y legítimo líder de la 4T.
Este es el contexto en el que gobernará Claudia Sheinbaum, entre cuyos retos se encuentran: separarse, sin romper, de López Obrador, para imprimir un sello propio a un proyecto de continuidad; gobernar sin que los continuos cuestionamientos que se harán a su gestión en función de su “ser mujer”, y que en muchas de las ocasiones podrán ser calificados como VPRG, le supongan un obstáculo; empoderarse, siguiendo el mandato ciudadano de 36 millones de votos, como la líder del movimiento lopezobradorista y como la presidenta fuerte que los resultados electorales del 2 de junio presuponen.
Sin duda, un nuevo capítulo en la historia política de México está siendo escrito por la mujer que logró convertirse en candidata a la presidencia de la República y ahora presidenta electa superando, de tiempo atrás, las valoraciones culturales que sitúan a las mujeres en una posición subordinada.
Su trayectoria como líder estudiantil; como estudiosa en temas poco explorados por las mujeres; sus cargos en el gobierno de la Ciudad de México; su gestión como jefa de gobierno durante la pandemia de Covid-19 dando ejemplo de organización y atención de la ciudadanía; su trabajo durante la campaña manteniendo unidos a Morena y el movimiento social que lo respalda evitando las anunciadas rupturas producto del proceso interno en la selección de la candidatura presidencial; su firmeza, moderación y prudencia al tratar los temas polémicos planteados por la administración saliente, etc., son las claves que hay que leer para desvelar el perfil y el estilo personal de gobernar de quien ocupará en unos meses Palacio Nacional, trascendiendo el lente de la feminidad hegemónica, fácilmente convertida en VPRG, con que se pretende juzgar el gobierno de la primera mujer presidenta de México.
Este y otros temas son parte del análisis que realiza el Panel Ciudadano de Seguimiento al Proceso Electoral, una iniciativa del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia Justicia y Sociedad PUEDJS UNAM. Más información en https://puedjs.unam.mx/panel-ciudadano-de-seguimiento-al-proceso-electoral-2024/
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