por José Reyes Baeza
En la nueva política de vivienda fijada por el Presidente Enrique Peña Nieto se aborda como principio fundamental el hecho de que la vivienda no es un asunto de estadística.
Es cierto que no se menosprecian las cifras y el contexto, pero los ladrillos, los muros y las varillas no sólo son materiales, sino que en su conjunto bordan la piel del hogar, dando la relevancia de ese espacio a la familia que lo habite y en donde pueda ejercer su derecho a tejer sueños e ilusiones y a heredar valores universales a sus hijos. Ese es el propósito que nos ilumina y nos alienta.
Y así, sin dejar de lado esta importante precisión, es cierto que debemos abordar con su importancia los temas sobre el número de casas que se puedan financiar, construir o rehabilitar. En ello encontramos las soluciones nuevas e imaginativas que respondan a un derecho constitucional y esencialmente humano.
El equilibrio de estos principios lo da la dignidad.
La instrucción del Presidente Peña Nieto ha sido muy clara: no construir ni otorgar créditos para viviendas que no tengan un mínimo de dos recámaras y el espacio suficiente y digno para sus habitantes, además de tomar en cuenta los desafíos de la familia sobre sus valores, los riesgos del hacinamiento y las nuevas formas de integración familiar.
Asimismo, atender el desafío que nos plantea el crecimiento desmesurado de nuestras grandes ciudades, las distancias que atentan contra la cohesión y la convivencia y las amenazas medioambientales; en suma, responder a la necesidad urgente de recuperar a plenitud el trinomio de vivienda, comunidad y ciudad.
En cuanto a la necesidad de entender y comprender la modernidad donde debemos inscribir nuestra acción, nos hemos propuesto mejorar y sobre todo dar cabal entendimiento sobre la evolución y cambio del FOVISSSTE con una nueva imagen ante la opinión pública. Una imagen que difunda verdades que hasta ahora parecían poco claras: no se trata de una institución burocrática, absurda u onerosa que nos cueste a todos los mexicanos, ni siquiera con cargo a las arcas del gobierno federal; es, en cambio, una entidad que se moderniza y busca la eficiencia en su labor, que es administrar fondos de los trabajadores al servicio del Estado a fin de otorgar créditos para la adquisición y mejoramiento de vivienda; que, adicionalmente, incrementa su patrimonio mediante novedosos mecanismos de asociaciones financieras, incluso con colocaciones bursátiles avaladas por calificadoras internacionales, hasta por 17 mil millones de pesos, tan solo en este año, con lo que se busca fortalecer su patrimonio sin poner en riesgo su estabilidad financiera.
Queremos que el FOVISSSTE se perciba ahora ya no como un apéndice burocrático, sino como un organismo vivo que, considerando los montos que maneja, es ya la quinta financiera del país. Por ello, está jugando un papel cada vez más significativo en la tarea cotidiana del desarrollo y el crecimiento al impactar e impulsar hasta 37 ramas de la economía, apoyando la construcción de viviendas, generando con ello miles de empleos.
Hasta el día de hoy, el FOVISSSTE ha otorgado créditos a más de un millón de trabajadores, pero hacen falta un millón y medio más; así que el potencial plantea un gigantesco desafío y nos convierte en una institución con futuro.
En respuesta a estos retos, estamos diseñando e implementando nuevos productos como el llamado “Nuevo FOVISSSTE en pesos”. Esquema de crédito hipotecario que está revolucionando esta modalidad porque ahora se toma en cuenta no solo el sueldo base del trabajador, como había ocurrido en los últimos 42 años, sino también su compensación garantizada. Ello deriva en que los montos de los créditos que fluctuaban entre 600 y 900 mil pesos nos permitan montos que podrían alcanzar el millón y medio de pesos, e incluso más, algo que creemos es una gran oportunidad para la adquisición de mejor vivienda para los trabajadores federales.
Con ejemplos como éste es que, día a día, hacemos nuestro mejor esfuerzo por alcanzar y cumplir con los tres grandes propósitos que nos motivan y alientan: otorgar vivienda con humanidad, dignidad y modernidad.
José Reyes Baeza Vocal Ejecutivo, Fondo de la Vivienda del ISSSTE. |
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