De acuerdo con los resultados del último Módulo de Lectura (MOLEC) del INEGI, leer en México es cada vez menos frecuente, de cara a las nuevas tecnologías y a las dificultades económicas que vive la mayoría de la población.
Según el MOLEC:
- Solo 42 de cada 100 personas entrevistadas leyeron un libro el último año.
- La falta de tiempo (47.9 por ciento) y la falta de interés (21.7 por ciento) fueron las principales razones por las que no se lee.
- La población lectora declaró haber leído 3.3 libros en el último año.
- Tres de cada cuatro personas declararon haber leído libros, revistas, periódicos, historietas o páginas de internet, foros o blogs.
- En los últimos cinco años, el porcentaje de población lectora de algún material considerado en el MOLEC bajó cerca de 10 puntos porcentuales: 84.2% en 2015 contra 74.8% en 2019.
Las dificultades para leer en México vienen desde la infancia
Aunado a lo anterior, se encuentran los alarmantes resultados de la prueba PLANEA en relación con el nivel en “Lenguaje y Comunicación” de los estudiantes:
- El 49 por ciento tiene un “dominio insuficiente”; es decir, solo logran comprender la estructura de oraciones simples y localizan información explícita en textos narrativos.
- Además, solo 3 por ciento de los alumnos obtuvo un “dominio sobresaliente”.
No solo es cultural: no hay dinero para libros
Como ya lo ha reportado México Social, en sus artículos sobre la línea de pobreza y de pobreza extrema, se considera que las personas en pobreza (más de 53 millones de mexicanos) pueden destinar al rubro de “Educación, cultura y recreación” 306 pesos al mes (áreas urbanas) o 116 pesos mensuales (áreas rurales).
Con estos ingresos, es difícil pensar en comprar un libro para la recreación personal o familiar, si lo que se necesita es sobrevivir: aquella población que vive en pobreza extrema (más de 9 millones de personas) tienen ingresos insuficientes incluso para comer.