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Un México inapropiado para la niñez mexicana

por Mario Luis Fuentes / Saúl Arellano

Presentación

El Índice de los derechos de las niñas y los niños de 0 a 5 años es un instrumento que permite estimar el grado medible de incumplimiento de sus derechos, en función de los datos observables en los 32 Estados de la República y el Distrito Federal.


Este ejercicio toma como base la metodología utilizada en la construcción del primer índice de los derechos de la niñez –UNICEF, 2004–, elaborada su Consejo Consultivo en México, y cuyo Comité académico estuvo integrado por Fernando Cortés, Mario Luis Fuentes, Clara Jusidman, María de Jesús Paz, Rosa María Rubalcava y Elena Azaola.

Es relevante anotar que este ejercicio se llevó a cabo con recursos otorgados por la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, en coordinación con la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables; fue coordinada académicamente por Mario Luis Fuentes y Fernando Cortés Cáceres, contando con la asistencia de investigación de Saúl Arellano.

Los derechos en la primera infancia

La protección de las niñas y los niños durante los primeros años de vida es fundamental para garantizar su pleno y adecuado desarrollo en la vida futura. En efecto, las niñas y los niños en mayores condiciones de vulnerabilidad son aquéllos que se ubican en el rango de los 0 a los 5 años, en tanto que son quienes se encuentran expuestos a mayores riesgos, como perder o poner en riesgo su salud por enfermedades infecciosas, por desnutrición, por descuido y negligencia, por consecuencias derivadas del parto o por la violencia.

Al respecto es importante destacar que la reciente reforma constitucional en materia de derechos humanos fortalece y amplía de facto la lista de derechos enumerados en el Artículo 4º de la Carta Magna pues, en términos estrictos, establece de manera explícita que los derechos humanos y su protección deben interpretarse en el sentido de la propia Constitución y de los tratados internacionales.

En efecto, el Artículo 1º de la Constitución dice: “Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia, favoreciendo en todo tiempo la protección más amplia para todas las personas. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos en los términos que establezca la ley”.

En materia de los derechos de la niñez, el texto constitucional permite concebir a la Convención sobre los Derechos del Niño como “legislación nacional”; es decir, como un conjunto de derechos que protegen de manera simultánea a la niñez, en el marco de garantías establecido en materia de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento en el ya citado Artículo 4º de la Constitución.

Con base en lo anterior, es válido aseverar que no hay excusa posible para no priorizar el pleno cumplimiento de las garantías establecidas en nuestro marco jurídico, en aras de tomar como principal prioridad que ninguna niña o niño se quede atrás, pues sin duda alguna, el grado de incumplimiento de los derechos en la infancia, es un reflejo de los valores y principios que asumimos como sociedad.

¿Cómo mide el Índice estos derechos?

El Índice de los derechos de las niñas y niños de 0 a 5 años en México es una medida sintética de un conjunto de indicadores agrupados en cinco dimensiones que permiten construir una medición robusta de los derechos de los niños. Se trata de un resumen estadístico de la información oficial disponible sobre el grado en que los derechos de las niñas y los niños se cumplen en el país, y en cada una de las entidades de la República Mexicana.

Por lo anterior, es pertinente destacar el hecho de que la información oficial relativa a la niñez mexicana se encuentra dispersa, construida sin criterios de homogeneidad y, sobre todo, diseñada sin contar con una estructura que permita su uso estratégico para la construcción de presupuestos, políticas y programas públicos.

De esta manera, siguiendo la caracterización general de los derechos de los niños presentada líneas arriba, se definieron cinco dimensiones, que agrupan 19 indicadores. Expresado de manera gráfica, el Índice está compuesto como sigue:

Las Fuentes del Índice

La construcción del índice se basa estrictamente en fuentes oficiales de información. La más importante es el sistema de consulta interactiva de datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). En segundo lugar, se retomaron los datos del Sistema Único de Información para la Vigilancia Epidemiológica (SUIVE).

En tercer lugar, se encuentran los datos sobre rezago educativo referidos al CENSO, 2010; se recurrió también a la información sobre rezago social y pobreza que calcula y sintetiza el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (CONEVAL).

Finalmente, una fuente adicional de información, en particular en lo relativo a la dimensión de supervivencia, es el Anexo Estadístico del V Informe de Gobierno del Poder Ejecutivo Federal.

Metodología de construcción del Índice (I)

La metodología de cálculo de este índice se construye como un promedio simple, obtenido de la suma de los promedios del desempeño observado para cada una de las variables que integran a las cinco dimensiones:

Procedimiento de Cálculo

La construcción del índice tuvo dos fases. En la primera, se obtienen índices para cada una de las dimensiones, y se llevó a cabo un proceso de normalización, para transformar sus valores a una escala que va del 0 al 10, en el que el 0 expresa el peor valor posible y el 10 el máximo grado identificado de cumplimiento de los derechos de la niñez.

Resultados del Índice

El principal resultado que muestra el Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana (IDN- 0-5 años) es que a pesar de la inversión y de los programas implementados en las últimas décadas, México sigue siendo en el siglo XXI un país inapropiado para la infancia.

Si bien es cierto que se han tenido progresos importantes en la reducción de las tasas de mortalidad infantil y materna, han surgido nuevas agendas de riesgo (III), mientras que otras se han agudizado en complejidad y magnitud. El promedio obtenido para el país, en la citada escala de 1 a 10, es de 5 puntos, lo que implica un muy alto grado de incumplimiento de los derechos de la niñez mexicana (IV).

Resultados por Dimensiones:

a) Dimensión de Supervivencia

El promedio país obtenido en esta Dimensión es de 5.2. La entidad con mayor puntaje es Nuevo León, con un indicador de 7.8, y la que menor nivel logra es Chiapas con un indicador de 1.1. Dada la desigualdad que se presenta entre las entidades, el promedio nacional se ve afectado por los valores extremos. En esa lógica, algunos expertos recomendarían reportar el valor mediano, que se situaría alrededor del 5.8. A pesar de lo anterior y de tratarse de una recomendación estadística atendible, se decidió mantener el valor promedio precisamente para ilustrar la magnitud que tienen las disparidades existentes en todo el territorio nacional.

Por ejemplo, la distancia que existe en esta dimensión entre Coahuila, con respecto a Chiapas, es de 7 veces más capacidades para el cumplimiento de los derechos de la niñez; de prácticamente tres veces con respecto a Oaxaca y de dos veces con respecto a Guerrero.

1. Dimensión de violencia

La segunda dimensión en la que las entidades de la República presentan los puntajes menos bajos es la relativa a la violencia que se ejerce contra las niñas, niños y adolescentes, la cual, como ya se vio, en los dos últimos años muestra una peligrosa tendencia creciente, en cuanto al número de homicidios anuales cometidos.

A pesar de ello, debe precisarse que, al tratarse de una variable que mide el porcentaje de muertes por homicidio de menores de cinco años, respecto del total de asesinatos cometidos en un determinado territorio, al haberse elevado en casi 100% el número de homicidios contra personas mayores entre el 2006 y el 2010, las muertes de niñas y niños en la primera infancia tiene un peso relativo menor.

Debe mencionarse que el año con el récord de más asesinatos cometidos contra niñas y niños en el rango de edad considerado ha sido el 2009, en el que se contabilizaron 232 casos.

En la Dimensión de Violencia ejercida contra las niñas y niños de 0 a 4 años, las entidades con mejores puntajes son Coahuila, Quintana Roo y Colima, en donde se estimaron resultados por arriba de los 7 puntos. Las entidades peores evaluadas son Sinaloa, con 4.6; Baja California Sur con 4.4; Campeche con 1.6 e Hidalgo con 1.2.

2. Dimensión de salud y alimentación

Al ser una de las principales economías del planeta, resulta paradójico que en el país haya todavía cientos de niñas y niños que viven con un nivel de carencias tal, que no tienen acceso a la ingesta diaria de calorías y proteínas requeridas para una buena salud e incluso, para garantizar su supervivencia.

En esta dimensión es interesante observar que los niveles de incidencia de ciertos padecimientos, tales como las infecciones intestinales y las infecciones respiratorias agudas, hacen que los peores valores obtenidos no se registren necesariamente en las entidades más pobres. Por lo anterior, el resultado del índice indica que los peores valores los obtienen los estados de Nayarit, Yucatán, Guerrero, Aguascalientes y Durango, desplazando a Chiapas a la sexta posición y a Oaxaca a la novena.

3. Dimensión de educación

En esta dimensión las entidades con menores índices de pobreza y con mayor nivel de desarrollo humano son las que obtienen los mejores niveles de logro, destacando el Distrito Federal, Nuevo León y Coahuila; destacándose además que en los peores lugares, además de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, se encuentran estados como Veracruz, Hidalgo, Puebla, Michoacán y Guanajuato.

4. Dimensión de pobreza y bienestar

Esta dimensión muestra un panorama sobre las condiciones estructurales que determinan en gran medida los niveles de incumplimiento de los derechos de la niñez mexicana, lo cual, de la mano de la enorme desigualdad, provoca que prácticamente desde la niñez, México resulte un país que propicia profundas brechas de inequidad y división entre sus habitantes.

Notas y referencias:

I. Existen versiones electrónicas de los Índices previos, en los siguientes enlaces: a) http://archivos.diputados.gob.mx/Centros_Estudio/ceameg/Inv_Finales_08/DP3/Sis_nin/ninez/datos/vigia.pdf;  b) http://www.observatorioperu.com/lecturas/La_edad_escolar_revista%20vigia.pdf

II. Se toman estas variables debido a que, en el marco de la información oficial disponible, son las que permiten desagregar información para el grupo de edad considerado. En esta dimensión los datos se desagregan por grupo de edad, pues también hay una diferencia esencial cuando se ejerce violencia que deriva en homicidios en contra de niñas y niños de 0 a 1 año, respecto de la que viven quienes tienen entre 1 y 4. A pesar de que ambas son inaceptables, el texto citado de UNICEF alude a la crueldad implícita en la desprotección, sobre todo de los más pequeños. Como puede verse en los anexos estadísticos, las probabilidades de vivir actos extremos de violencia sí se modifica en función de la edad de las niñas y los niños.

III. Véase por ejemplo el capítulo sobre los nuevos riesgos sociales que escribo en: Murayama y Lomelí, (Coords.), Determinantes sociales de la Salud, SS, México, en prensa.

IV. Es importante destacar que como en todo cálculo estadístico, la presencia de valores extremos afecta sensiblemente el valor de la media, por lo que considerar el valor de la mediana, que sería de 5.2, podría contribuir a dimensionar mejor la situación de cada entidad en la ordenación nacional

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